Veinte familias de la Colonia San Alberto, en Puerto Rico, dieron el paso final para la regularización dominial de sus tierras al firmar sus escrituras, en el marco del programa que lleva adelante el Gobierno de Misiones a través del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA).
Se trata del primer grupo de familias en completar el proceso de normalización, de los 300 vecinos de la comuna comprendidos en esta etapa de regularidad jurídica.
La instancia de rúbrica de los títulos de propiedad se concretó tras la reciente aprobación de los planos de mensura de las más de 107 hectáreas que conforman la Colonia, ubicada a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Puerto Rico y lindante con el río Paraná.
De acuerdo a los datos aportados por el IPRODHA, la acción se enmarca en la Resolución 210/19, normativa que busca resolver ocupaciones en lotes privados mediante acuerdos formales entre ocupantes y titulares.
Las veinte familias que llegaron a la firma de sus respectivas titularizaciones, son las que concluyeron el pago de las 36 cuotas sociales consensuadas con el titular de la mayor fracción, Guillermo Daniel Heller, tras la intermediación de los agentes del Instituto.
El Programa de Regularización Dominial permite a quienes residen de forma irregular, acceder legalmente a las parcelas que habitan, al tiempo que otorga a los propietarios la posibilidad de recibir un resarcimiento económico y en este caso -además- participa activamente junto con los más de 300 vecinos involucrados.
“El proceso se adapta a las características de cada caso, lo que facilita la resolución de conflictos con soluciones concretas”, señaló el escribano Marcelo Castro, del área notarial del instituto.
En Colonia San Alberto, la ocupación de los terrenos supera las cuatro décadas. La intervención comenzó con un relevamiento técnico realizado por agrimensores del Colegio Profesional de Agrimensura, que permitió desarrollar un proyecto de fraccionamiento y recopilar documentación sobre los ocupantes.
Luego, se firmaron los primeros boletos de compraventa y, en una planificación dividida en cuatro etapas, las familias comenzaron el proceso de pago.
“Hoy, con el inicio de la etapa de escrituración, se reconoce el cumplimiento de quienes han cancelado esas cuotas. Esto representa un avance clave para los casi 300 vecinos que buscan obtener su título de propiedad. Llegar a la firma de las escrituras es una satisfacción enorme, porque representa el objetivo final del trabajo. Además, motiva a otros vecinos a avanzar en la cancelación de sus saldos para acceder también a la titularización”, destacaron desde la gestión del Instituto.





