Un nuevo ataque a tiros se conoció ayer en Bernardo de Irigoyen, cuando un argentino cruzó la frontera para que atendieran sus heridas en un hospital de Brasil.
El hecho se conoció aproximadamente a las 22.30 del martes, cuando desde el Hospital Municipal Instituto Santé, en Dionísio Cerqueira, se dio aviso a la Policía Militar local del ingreso de un hombre con heridas de arma de fuego.
Los efectivos de la Policía Militar se dirigieron al nosocomio y al constatar que la persona herida era un ciudadano argentino dieron aviso a la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen.
Primero los efectivos dialogaron con la víctima, quien no quiso dar muchos datos acerca de lo ocurrido. Relató que había llegado a su domicilio ubicado a la vera de la ruta nacional 101 y que -cuando se disponía a ingresar al garaje- apareció una motocicleta cuyo conductor se detuvo a pocos pasos, desenfundó un arma y le disparó varias veces antes de huir.
Amigos y vecinos del hombre, que escucharon los disparos, lo socorrieron y lo llevaron al hospital, aunque se desconoce por qué no fue llevado a un centro de salud argentino.
En el nosocomio brasilero, fue atendido por dos heridas de bala a la altura de una rodilla.
El herido dijo que vio a una sola persona, pero no pudo identificar la marca o el color de la moto ni tampoco hacia dónde huyó el atacante.
Ambas fuerzas de seguridad, argentina y brasilera, iban a intercambiar información para investigar la causa de la agresión y si el autor era un sicario o si tenía algún problema directo con la víctima.
Irigoyen tiene una extensa historia reciente acerca de ataques a tiros y homicidios, que se cree mayormente están vinculados a delitos de frontera como ser el contrabando y el narcotráfico.
El último caso con características similares, y que se presume fue una represalia por parte de una banda de “cigarrilleros”, ocurrió durante la madrugada del 28 de marzo pasado.
En esa ocasión, dos personas en una motocicleta atacaron la vivienda de un suboficial de Gendarmería, disparando al menos 25 veces contra la casa y los vehículos que se encontraban en el garaje: una camioneta y un Jeep.
Una hora antes, también fue baleado el Volkswagen Vento del jefe del Escuadrón 12, que se hallaba estacionado en un galpón perteneciente a la Municipalidad.
La estadística muestra que en menos de cuatro años, Irigoyen registró nueve homicidios vinculados a negocios ilícitos en la frontera. El último ocurrió el 8 de febrero de 2024, cuando César Caytano fue asesinado de nueve disparos por tres jóvenes encapuchados, en el patio de una vivienda del barrio Vista Alegre.









