La clásica crema pastelera tiene muchas variantes, pero si buscás una opción fresca, aromática y con un perfil cítrico, la versión de limón es perfecta para darle un giro a tus postres. Su textura suave, equilibrada con el ácido natural del cítrico, la convierte en una receta versátil que puede acompañar desde tartas frutales hasta profiteroles o tortas de varios pisos.
La preparación es sencilla, con ingredientes que seguramente tenés en casa. Para empezar, se necesitan 100 gramos de azúcar, dos yemas de huevo, la ralladura y el jugo de un limón, 20 gramos de maicena y 250 mililitros de leche caliente.

Paso a paso
El primer paso consiste en mezclar las yemas con el azúcar en un bol hasta lograr una textura lisa y homogénea. A eso se le incorpora la ralladura y el jugo del limón, junto con la maicena, mezclando bien para evitar grumos.
Luego, se añade lentamente la leche caliente, sin dejar de batir, para templar la mezcla y evitar que las yemas se cocinen. Todo el contenido se lleva a fuego medio en una olla, removiendo constantemente con espátula o batidor hasta que espese y adquiera la textura característica de la crema pastelera.
Una vez lista, se retira del fuego y se transfiere a un recipiente. Es fundamental cubrir la superficie con papel film en contacto directo para evitar que se forme una costra. Tras el enfriado completo en heladera, la crema estará lista para usarse.
Fácil, rápida y deliciosa, esta crema pastelera de limón es una alternativa fresca para renovar recetas clásicas. También puede servirse sola, como postre frío con frutas o galletas, para quienes prefieren algo simple pero con mucho sabor.







