Después de más de medio año sin ajustes salariales, la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares reactivó las negociaciones y acordó una actualización escalonada del salario mínimo para el personal doméstico. El nuevo esquema incluye una suba remunerativa del 6,5% entre febrero y septiembre, además de un plus no remunerativo por única vez que se pagará en tres cuotas entre julio y septiembre.
La novedad es que los aumentos no llegan solos: junto con el ajuste acumulativo, que se divide en un 3,5% en julio (tomando como base el salario de enero), un 1% adicional en ese mismo mes, otro en agosto y otro en septiembre, también se aprobó el pago de bonos que varían según la carga horaria semanal.
Para quienes trabajan más de 16 horas semanales, el bono será de $10.000 en julio, $9.500 en agosto y el mismo monto en septiembre. En el caso de quienes prestan entre 12 y 16 horas semanales, el extra será de $7.000 en julio, $6.000 en agosto y septiembre. Para quienes tienen una jornada menor a las 12 horas semanales, la suma no remunerativa será de $4.000 mensuales.

Los nuevos valores del salario mínimo para julio —todavía provisorios a la espera de la publicación oficial en el Boletín Oficial— quedaron establecidos así:
Con retiro (por hora / por mes):
Quinta categoría: $2.992,84 / $367.163
Cuarta categoría: $3.229,09 / $408.279,21
Segunda categoría: $3.418,29 / $418.464
Primera categoría: $3.610,64 / $450.418,32
Sin retiro (por hora / por mes):
Quinta categoría: $3.229 / $408.431
Cuarta categoría: $3.611 / $454.984,41
Tercera categoría: $3.229 / $408.431
Segunda categoría: $3.747,58 / $465.821,55
Primera categoría: $3.954,56 / $501.715,71
Desde los gremios que agrupan a las trabajadoras del sector calculan una pérdida de poder adquisitivo cercana al 15% frente a la inflación acumulada, y por eso recomiendan que empleadas y empleadores acuerden de forma directa un valor por hora actualizado. En ese marco, volvieron a sugerir incluir la cláusula “a cuenta de futuros aumentos” en los recibos de sueldo.
“Hoy nadie paga por debajo de los seis mil pesos la hora en zonas urbanas”, aseguraron fuentes sindicales, y advirtieron que el nuevo piso acordado, sin los bonos, todavía se ubica por debajo del valor real de mercado.
Con el esquema aprobado, el Gobierno retoma una modalidad que lo identifica: dejar que el mercado defina los precios según la oferta y la demanda. A la par, los gremios insisten en que los bonos deben pagarse incluso cuando el salario supere el mínimo establecido, como una forma de recomponer ingresos postergados.







