Días atrás, el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA sobre la inseguridad alimentaria en niños y adolescentes en Argentina ocupó los grandes titulares. No es para menos: según el informe, el 34% de los niños padeció de inseguridad alimentaria en nuestro país durante el año pasado. Y de ese 34% hubo un 16% que padeció inseguridad alimentaria grave.
Para comprender la magnitud de lo que esto significa para el presente y futuro, la nutricionista Florencia Córdoba explicó que la diferencia entre “grave” y “moderada”, “hablamos de moderada cuando la persona -en este caso el niño- disminuye la cantidad de lo que consume, por ejemplo achica las porciones o desaparece la cena u otra comida de la mesa de su casa. La inseguridad alimentaria grave es cuando la persona pasa varios días sin comer… y este informe dice que el 16% de los niños pasan días sin acceder a alimentos”, indicó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Impacto a corto y largo plazo
La especialista recordó que, durante la infancia, el aporte de los nutrientes sirve no solo para el crecimiento físico visible (esqueleto, masa grasa, altura y peso) sino también para los procesos básicos de aprendizaje y atención, “por lo que el no acceso a la alimentación afecta muchísimo al niño, tanto a corto como a largo plazo”.
Indicó que también se acentuó más ahora la falta de armonía de nutrientes en la mesa de los argentinos, que es más rica en harinas y pobre en carne, huevos y leche, alimentos que ayudan al crecimiento. “Por eso, a corto plazo, lo primero que aparece es un descenso de peso y a largo plazo puede aparecer el acortamiento de la estatura porque cuando el cuerpo no recibe alimentos suficientes prioriza los pocos nutrientes que recibe para las funciones básicas: respirar, latido del corazón… pero no destina esa energía para el crecimiento en altura. Por eso, cuando sean adultos esas personas tendrán estatura cortada que tiene que ver con una desnutrición sostenida en el tiempo durante la infancia”.
Señaló además que el impacto en el aprendizaje es importante “lo que no aprendemos en los dos primeros años de vida es muy difícil incorporarlo después”.










