Un informe reciente de UNICEF Argentina confirmó una reducción significativa en los niveles de pobreza monetaria infantil en el país. Según el estudio, cerca de 1,7 millones de niños y niñas dejaron de estar bajo la línea de pobreza durante el segundo semestre de 2024, una mejora que se atribuye principalmente a la recuperación del poder adquisitivo en los hogares.
El documento, titulado “Pobreza monetaria y privaciones vinculadas a derechos en niñas y niños. Argentina 2016-2024”, señala que la pobreza infantil cayó del 67% al 52,7% entre el primer y segundo semestre de 2024. Si la comparación se realiza con el mismo período de 2023, la baja es de 6 puntos porcentuales.
Además, las proyecciones para el primer semestre de 2025 son alentadoras: se espera que la tasa descienda al 47,8%, con una disminución de la pobreza extrema al 9,3%. Estas cifras indican un retorno a los niveles prepandemia, similares a los de 2019.
El rol clave de los programas sociales
UNICEF destacó el impacto de las transferencias monetarias, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), en la mejora de los indicadores. Según Rafael Ramírez Mesec, representante del organismo en Argentina, sin estas ayudas la indigencia infantil habría sido 10 puntos más alta. En concreto, más de 1 millón de niños y niñas evitaron caer en la indigencia gracias a estos ingresos.
El informe también revela que el presupuesto ejecutado para políticas destinadas a la niñez creció un 15% en los primeros cinco meses de 2025 respecto al mismo período del año anterior. Este aumento fue impulsado por un incremento del 34% en la AUH, que logró amortiguar el impacto de la crisis económica sobre los hogares más vulnerables.
Brechas y desigualdades persistentes
Pese a la mejora, UNICEF alertó sobre la persistencia de profundas desigualdades. En hogares donde el jefe o jefa no completó la educación primaria, la pobreza infantil alcanza el 80,9%. Por el contrario, en familias donde se completó el secundario, la cifra baja al 10,6%.
En barrios populares, el índice de pobreza infantil es del 72,3%, y en hogares monoparentales con jefatura femenina llega al 60%. También se observa una mayor incidencia en hogares con trabajadores informales, donde el 68,4% de los niños y niñas vive en pobreza.
Preocupación por recortes en áreas clave
Aunque el presupuesto para transferencias aumentó, otras áreas sufrieron fuertes recortes. Entre los primeros meses de 2025, UNICEF advierte una caída del 35% en becas escolares, una reducción del 21% en salud y un recorte del 50% en el Plan Nacional de Primera Infancia.
Estas cifras, según el organismo, amenazan con poner en riesgo avances logrados si no se consolidan políticas integrales que garanticen el acceso a salud, educación y cuidados desde la primera infancia.







