El primer semestre del año estuvo marcado por una crisis sin precedentes en la obra pública nacional, según reconoció el presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), Juan Carlos Pereira. Pese a este escenario adverso, “el organismo logró sostener parte de su agenda de infraestructura gracias a una fuerte inversión del Gobierno de Misiones, que asumió en solitario el financiamiento de proyectos habitacionales y obras complementarias”.
“Estamos viviendo, desde mi punto de vista, la peor crisis de la historia reciente en materia de obra pública”, sostuvo el funcionario al repasar el impacto que tuvo la falta total de asistencia financiera por parte del Estado nacional. En diálogo con FM 89. 3 Santa María de las Misiones, recordó que el gobernador Hugo Passalacqua firmó en 2024 un convenio con Nación por 9.100 millones de pesos para vivienda, pero los fondos jamás llegaron.
El acuerdo en cuestión fue rubricado con la Secretaría de Desarrollo Territorial y Hábitat, liderada por Rodrigo Aybar Perlender, contempla el financiamiento de obras de los programas Casa Propia, Construir Futuro y del Programa Reconstruir. Sin embargo, la Casa Rosada incumplió con lo pactado.
No obstante, el recorte de la “motosierra” de Javier Milei es mucho más profundo, a tal punto que Pereira reveló que Misiones dejó de percibir recursos para las soluciones habitacionales.
“Las transferencias de Nación a Misiones son cero en materia de vivienda”, lamentó.
Inversión provincial
El recorte golpeó con fuerza a programas de desarrollo urbano y habitacional que estaban en marcha. Sin embargo, la gestión provincial decidió no detener las obras más urgentes y avanzó en la ejecución con recursos propios.
“Ante la ausencia de financiamiento nacional, quedamos únicamente con el esfuerzo y financiamiento provincial para continuar con el plan de obras que teníamos”, explicó Pereira.
Uno de los ejemplos más significativos es el crecimiento sostenido en la zona de Itaembé Guazú, donde el IPRODHA lleva adelante la construcción de viviendas, módulos habitacionales y lotes con servicios. Allí también se trabaja en la pavimentación de avenidas estratégicas, un proyecto que se ejecuta junto a la Dirección Provincial de Vialidad y la Municipalidad de Posadas.
“Es un trabajo en equipo donde cada uno aporta lo que puede y logramos resultados concretos que benefician a toda la población”, valoró.
Pese a las dificultades, el IPRODHA mantiene una proyección de entregar alrededor de 1.500 soluciones habitacionales este año, incluyendo casas, módulos y lotes. Pereira advirtió que ese número puede variar según cómo evolucionen los ingresos provinciales.
“En un contexto donde también la coparticipación se ve resentida, cada vez más variables entran en juego y cuesta disponer de los recursos para obra pública”, advirtió.
Para sostener el ritmo de trabajo, el organismo puso en marcha un esquema de priorización que permite optimizar los recursos disponibles. “En tiempos de crisis hay que agudizar el ingenio. Coordinamos cada acción y analizamos en detalle qué obra conviene hacer, en qué momento y con qué recursos”, explicó.
También destacó el rol de otros organismos estatales en esta estrategia, como el Ministerio de Educación, con el que se ejecutan trabajos en escuelas, o los municipios del interior, que articulan programas como “Arreglo Mi Casa”, orientado a la construcción de baños en hogares vulnerables. Este programa, según describió Pereira, sigue vigente y tiene una fuerte demanda, especialmente en localidades pequeñas. Se trata de créditos con subsidios importantes para la compra de materiales, a tasas bajas que permiten acceder a mejoras básicas de infraestructura.
“No es masivo porque los recursos son limitados, pero hay municipios que organizan las solicitudes y se van evaluando para asignar los fondos según la disponibilidad”, indicó.
Sin morosidad
A pesar de la crisis económica y la caída del poder adquisitivo, el funcionario destacó el nivel de cumplimiento de los adjudicatarios en el pago de las cuotas. “En épocas de crisis es donde mayor esfuerzo hacen y pagan su cuota. Por eso siempre valoramos el compromiso de las familias misioneras, que incluso en contextos adversos sostienen su responsabilidad”, remarcó.
Consultado por otros temas que históricamente afectaron la relación entre el Estado y los beneficiarios, como las estafas de falsos gestores, el titular del IPRODHA aseguró que en los últimos meses no se registraron denuncias. Atribuyó esa mejora al nuevo sistema de inscripción digital, con sorteos públicos y seguimiento personalizado. “La gestión es personal. No hay gestores. Si alguien ofrece una gestoría especial, seguramente será una estafa”, advirtió.
En paralelo, el Instituto organiza visitas a obras con las familias que resultaron adjudicatarias. La próxima será en agosto, en Itaembé Guazú, con los beneficiarios de la convocatoria 247. “Queremos que las familias vean el avance, que sepan en qué estado está su futura casa. Eso también forma parte de la transparencia”, sostuvo.
En los últimos días, otras quince familias ya visitaron sus viviendas en esa misma urbanización, lo que, según Pereira, representa un alivio en medio de tantas dificultades. “Aunque los números sean escasos, son una señal de que el Estado sigue presente y cumple su rol”, celebró el titular del IPRODHA.





