La alergia es mucho más que un simple estornudo estacional. Se manifiesta en distintos órganos y afecta seriamente la calidad de vida de quienes la padecen, especialmente en la infancia. Así lo remarcó la pediatra especialista en Alergia e Inmunología Infantil, Karina Andrea López (M.P. 13944), en una entrevista con 89.3 FM de las Misiones es en la que advirtió sobre los riesgos de la automedicación, la importancia del diagnóstico temprano y el rol del ambiente en el desarrollo de nuevas sensibilizaciones.
“La alergia puede presentarse en la nariz, provocando rinitis; en los pulmones, como asma; o en la piel, con dermatitis atópica”, explicó la médica, quien también destacó que existe una forma más severa: la anafilaxia. Esta variedad de manifestaciones clínicas responde a lo que López llama “órganos de choque”, que son las distintas partes del cuerpo donde puede impactar la reacción alérgica. “Pueden darse en simultáneo o por separado”, añadió.
Según López, muchas personas terminan por acostumbrarse a vivir con los síntomas. “Nos acostumbramos a respirar mal, a dormir mal”, dijo. En ese sentido, remarcó que la rinitis crónica es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia, con consecuencias que van más allá de lo físico: “Afecta el sueño, las actividades diarias, la concentración, y en niños puede causar incluso trastornos cognitivos”.

Además, existe un problema asociado al subdiagnóstico: el uso inadecuado de medicación. La especialista advirtió que muchas personas recurren a antihistamínicos de primera generación sin prescripción médica. “Hay uno muy conocido que produce somnolencia. Entonces, a los síntomas nocturnos que ya dificultan el descanso, se suma el efecto sedante de la medicación. Eso es especialmente peligroso en adolescentes y adultos que manejan”, alertó.
Muchas familias, según contó, recurren a remedios que se pasan de generación en generación como recetas caseras: “Tómate esto, que a mí me hace bien”, es una frase habitual en contextos donde hay varios alérgicos en la misma casa. Pero el uso inapropiado de estos medicamentos, advirtió, puede agravar los síntomas y generar problemas de seguridad, especialmente en adultos y adolescentes que conducen vehículos.
El tratamiento adecuado, dijo, debe partir de un diagnóstico profesional, idealmente con un alergólogo. López explicó que existen pruebas cutáneas específicas que permiten identificar con precisión los alérgenos responsables y diseñar un tratamiento personalizado. Uno de ellos es la inmunoterapia, también conocida como “vacunas para la alergia”, que se utiliza desde hace más de un siglo.
“Es un tratamiento selectivo, que apunta a reducir los síntomas e incluso a evitar nuevas sensibilizaciones”, precisó.
Aunque las alergias no tienen cura, sí pueden controlarse y mejorar sustancialmente la calidad de vida de quienes las padecen. “Por eso es clave la detección precoz”, insistió. En el caso de las alergias respiratorias, destacó la necesidad de evaluar no solo la nariz sino también los pulmones, ya que ambas partes forman parte de una misma vía aérea. “Si uno está mal, el otro también lo estará”, resumió.
Otro aspecto preocupante es el aumento sostenido de casos. La médica atribuyó esta tendencia a múltiples factores: predisposición genética, condiciones ambientales y cambios en los hábitos. “Sabemos que el cambio climático, la contaminación y la epigenética —que es cómo el ambiente modifica nuestra genética— están interviniendo en la expresión alérgica”, sostuvo.
Consultada sobre la situación en la provincia, la médica reconoció que el clima húmedo de Misiones, sumado a la presencia de pólenes y otros agentes ambientales, representa un entorno difícil para quienes ya están sensibilizados. Pero advirtió que no cualquier persona puede desarrollar una alergia: “Se necesita una base genética. No todos pueden ser alérgicos. Lo que puede ocurrir es que algunos virus en la infancia generen una inmadurez temporal del sistema inmune, pero esos casos suelen mejorar con la edad”.
En cambio, quienes tienen predisposición hereditaria pueden incluso empeorar con el tiempo si no son tratados correctamente. López remarcó que los factores ambientales y los cambios en el estilo de vida juegan un rol decisivo en la expresión de los cuadros alérgicos. “Sabemos que el impacto del cambio climático, la contaminación ambiental, el humo del cigarrillo y ahora también del vapeo, están modificando la forma en que se presentan las alergias”, indicó. A eso se suman factores como el tipo de parto, la alimentación durante el embarazo, la lactancia materna o su ausencia, y hasta las prácticas alimenticias actuales.






