En la nota anterior compartí datos acerca de algunos de los problemas de comportamiento más comunes en un perro.
La buena noticia es que, con paciencia y estrategias correctas, y sobre todo con prevención, la mayoría de estos problemas de comportamiento pueden resolverse. Te comparto algunos tips.
Antes de reducir el comportamiento de tu perro a un problema de conducta consulta con su veterinario para descartar cualquier dolencia que pueda estar afectándolo.
Recompensa siempre las conductas deseadas con snacks, caricias o elogios. El refuerzo positivo es más efectivo que los castigos de errores.
Dedicale tiempo a tu perro, todos los días, para entrenar conductas deseadas. Empezá con comandos básicos como el “sentado” o “quieto” y avanza gradualmente hacia otros comandos.
Si comienza a aprender desde cachorro, lo hará toda su vida.
La socialización de tu cachorro es fundamental. Expone a tu perro a diferentes personas, animales y entornos. Esto evitará el desarrollo de miedos y de agresividad. Recordá que una de las causas de agresividad es el miedo.
No olvides los ejercicios físicos y la estimulación mental. Los paseos diarios como los juguetes son muy importantes para su desarrollo.
Si el problema persiste, consulta a un especialista en comportamiento canino.
Un profesional puede ayudarte con estrategias personalizadas.
Cuando decidís tener un perro recordá que su conducta no surge de manera aleatoria. Varios factores contribuyen a que su comportamiento sea el adecuado o no.
Y no olvides que un perro educado es un perro feliz.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551








