El Radar de Apertura Sintética (SAR) es una potente tecnología de teledetección que crea imágenes de alta resolución de la superficie terrestre utilizando el movimiento de la antena de radar para formar una apertura sintética mayor que la antena física. A diferencia de los sensores ópticos, el SAR puede operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en todas las condiciones climáticas, penetrando nubes, humo, lluvia y oscuridad. Esta capacidad lo hace invaluable para el monitoreo continuo de la Tierra cuando los sistemas ópticos estarían limitados.
El SAR funciona emitiendo pulsos de microondas hacia la superficie terrestre y registrando los ecos que rebotan. La tecnología ofrece diversas aplicaciones en múltiples campos:
Monitoreo ambiental: Seguimiento de la deforestación, el deshielo y los efectos del cambio climático
Gestión de desastres: Evaluación de inundaciones, incendios forestales y terremotos a través del humo y las nubes.
Agricultura: Monitoreo del crecimiento de cultivos, humedad del suelo y creación de modelos de predicción de rendimiento
Defensa y seguridad: Proporciona inteligencia estratégica a pesar del camuflaje o tácticas furtivas
Infraestructura: Detección de deformaciones del terreno y subsidencia que podrían amenazar edificaciones.
Capacidades de doble frecuencia de NISAR
NISAR se destaca como la primera misión satelital en emplear radar de apertura sintética de doble frecuencia, combinando capacidades de banda L (1.257 GHz) y banda S (3.2 GHz). Este enfoque revolucionario ofrece ventajas significativas sobre los sistemas de frecuencia única: el radar de banda L penetra más profundamente a través de la vegetación y el suelo, mientras que la banda S proporciona un mayor detalle superficial y reduce los efectos ionosféricos en las regiones polares. Juntas, permiten un monitoreo superior de la topografía del paisaje, la estructura forestal, la humedad del suelo y la deformación superficial con resoluciones de entre 3 y 48 metros a lo largo de un ancho de franja masivo de 240 km.
Aplicaciones de monitoreo de la superficie terrestre
Las tecnologías de observación de la Tierra como NISAR proporcionan información crítica en numerosos sectores. Las aplicaciones de monitoreo ambiental incluyen el seguimiento de la deforestación, los cambios en la cobertura terrestre y la evaluación de hábitats y ecosistemas naturales. La tecnología resulta invaluable para la gestión de desastres, ofreciendo evaluaciones rápidas durante terremotos, inundaciones y deslizamientos de tierra para coordinar respuestas de emergencia. En la agricultura, el monitoreo satelital permite la evaluación de la salud de los cultivos, la estimación de rendimientos y la optimización del riego para mejorar la seguridad alimentaria.
Otras aplicaciones clave incluyen la planificación urbana y el monitoreo de infraestructuras para detectar subsidencia y evaluar la salud estructural, la oceanografía para rastrear corrientes y actividades marítimas, y la gestión de recursos hídricos para monitorear la calidad del agua y detectar floraciones algales nocivas.
Las agencias gubernamentales aprovechan estas capacidades para la gestión de recursos y el cumplimiento ambiental, como la Oficina de Tierras del Estado de Nuevo México, que utiliza el monitoreo satelital para descubrir 53 invasiones que generaron $2.7 millones en pagos atrasados. Industrias como la minería emplean la tecnología para monitorear la humedad cerca de presas de relaves y garantizar la estabilidad de estructuras de tierra, mientras que los sectores de transporte la utilizan para detectar humedad bajo carreteras y vías férreas que podría provocar socavones.
Colabora Guillermo David Subreski Román








