El cierre definitivo de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) anunciado por el Gobierno generó una profunda preocupación entre los trabajadores y especialistas en infraestructura del organismo. Más allá de la pérdida de una fuente laboral para muchos trabajadores, alertan las rutas y caminos no cuenta con un plan de inversión.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones el ingeniero José Raúl Rizzo, secretario adjunto de la Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de Vialidad Nacional, calificó como “muy triste escuchar al vocero presidencial decir que Vialidad se creó para hacer un centro de corrupción” y recordó que esta institución tiene más de 92 años de historia, creada con el propósito de “unir el país, para poder cruzar todos los falsos fronterizos, para llegar a los puertos, para unir capitales de provincia, no para corrupción”.
Explicó que la concesión de obra pública no es una novedad en la gestión vial, ya que “todas las rutas, desde la década del 60, las hace con empresas privadas, no las hace por vía administrativa, o sea que no estamos generando nada nuevo si hoy pretendemos que haya empresas privadas que construyan rutas”. En ese sentido, subrayó que la concesión es “una de las tantas formas de mantener y construir caminos que tiene Vialidad desde siempre”.
Sobre el estado actual de las rutas nacionales, el ingeniero describió un panorama preocupante: “Hoy las rutas solamente se cobra peaje, no se tapan baches, no se corta el pasto, están a manos de una sociedad anónima creada por el Estado, penosamente”. Además, criticó la falta de conocimiento de los funcionarios actuales sobre la realidad vial, señalando que “gobiernos de este tipo tiene funcionarios que nunca han salido de la General Paz, que no conocen las rutas, que no conocen los caminos, que si van a un lado del turismo lo hacen en avión”.
En relación con la causa judicial que derivó en la condena de Cristina Kirchner y otros funcionarios, Rizzo consideró que “la forma en cómo se publicitó una causa judicial, la verdad que a Vialidad Nacional le resultó de manera negativa”. Aclaró que “funcionarios de Vialidad hay condenados tres o cuatro. No se puede acusar a toda una repartición de corrupción cuando el problema puede ser de tres o cuatro funcionarios”. Para él, esta situación es “un relato más, un eslogan de campaña, una forma de diferenciarse de otros grupos políticos, y bueno, y en este momento el castigo le tocó a Vialidad Nacional”.
Respecto a la estrategia del Gobierno de concesionar 9.100 kilómetros de rutas, Rizzo advirtió que “no le tocan a todas las provincias, porque se necesita un caudal de tránsito bastante importante para que realmente sean rentables”. A su vez, criticó la falta de previsión en la planificación vial: “El presidente mismo ha dicho que vamos a crecer a tasas chinas. Las concesiones de obra pública no consideran durante 30 años ningún aumento de capacidad en las rutas. Solamente hacen mantenimiento de rutina, corte de pasto y bacheo, y una capa de 5 centímetros de concreto asfáltico cada 10 años sobre las rutas existentes”.
El ingeniero también señaló que el resto de la red vial, unos 31.000 kilómetros, “directamente no se prevé nada”. Indicó que “hoy están en el 65% de la red Vial Nacional en estado regular o malo” y que “a medida que va pasando el tiempo, cada vez va a estar peor, no va a estar mejor porque no se está haciendo ningún tipo de inversión sobre las rutas”.
Sobre la posibilidad de tercerizar o generar nuevos contratos con privados, Rizzo sostuvo que “tenemos modelos, sistemas de construcción y conservación. No es que van a traer nada nuevo”. Explicó que “tenemos un 30% aproximadamente de conservación de caminos que se hace por la vía administrativa y tenemos un 70% que se hace o por concesiones o por algún otro sistema modular, que son todos los sistemas de contratación privada que tiene Vialidad Nacional”.
Por último, advirtió sobre la delegación de funciones a las provincias, ya que “la razón de ser de Vialidad es tener toda una red que pueda tener el mismo nivel de servicio en todos lados y que no esté, digamos, direccionada en función de intereses sectoriales o regionales”. Puso como ejemplo que “en Misiones algunas rutas pueden ser interesantes para una circulación internacional y otras que como no son interesantes para una circulación internacional directamente nadie las mantenga”.
Lamentó que, bajo este esquema nacional, “los pueblos del interior van a sufrir el cierre de vialidad en el corto o mediano plazo”.
Rizzo resaltó la intención del gremio de seguir dialogando con el Poder Ejecutivo y el Legislativo para revertir la situación y adelantó que “vamos a hacer acciones para tratar de plantearlo en la vía judicial también”. Este panorama refleja la profunda incertidumbre y preocupación que genera la disolución de Vialidad Nacional y la nueva estrategia vial impulsada por el Gobierno.








