El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, se reunió este jueves con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el domicilio del barrio porteño de Constitución, donde la actual líder del peronismo cumple arresto domiciliario tras la condena firme en la causa Vialidad.
El encuentro, de carácter privado y sin presencia de medios, tuvo lugar entre las 12.30 y las 13.25, y fue posible gracias a una autorización judicial especial concedida horas antes por el juez federal Jorge Gorini, quien habilitó la visita bajo la condición de no perturbar el orden del vecindario.
Lula arribó con una comitiva reducida y bajo un importante operativo de seguridad, poco después de participar en la Cumbre del Mercosur, donde asumió la presidencia pro tempore del bloque regional y mantuvo un frío saludo con el presidente argentino, Javier Milei.
Si bien no trascendieron detalles del contenido de la charla, desde ambos entornos se espera que en el transcurso de la tarde se difundan imágenes del encuentro, que reviste una fuerte carga simbólica tanto por la amistad personal entre ambos líderes como por el contexto judicial de CFK.
Una reunión coordinada entre cancillerías y avalada por la Justicia
La agenda fue definida a través de gestiones entre delegados diplomáticos de Brasil y representantes de la Cancillería argentina, quienes notificaron oficialmente a la Justicia la intención del mandatario brasileño de visitar a Cristina Kirchner durante su paso por Buenos Aires.
El pedido fue tramitado por el equipo legal de la expresidenta, que solicitó el permiso en carácter humanitario y diplomático. El juez Gorini aprobó la solicitud y reiteró las condiciones del régimen de detención domiciliaria, recordando a CFK la obligación de “abstenerse de adoptar comportamientos que perturben la convivencia vecinal”.
Durante la reunión, un grupo de militantes aguardó en la calle, frente al balcón del edificio, y recibió a Lula Da Silva con manifestaciones de apoyo. La visita, aunque sin carácter político formal, reaviva los lazos históricos entre el Partido de los Trabajadores brasileño y el peronismo argentino.
Fuente: Medios Digitales





