Varios son los factores que influyen en la conducta de tu perro, por ejemplo, la socialización temprana, primordial para que aprenda a interactuar con diferentes personas, animales y entornos. Si tu perro que no socializa debidamente durante esta etapa corres el riesgo de que desarrolle miedo o agresión hacia estímulos desconocidos.
Además de la genética, que juega un papel clave, están los factores determinantes como la salud física y el entorno del perro. Alguna enfermedad o algún dolor pueden alterar su comportamiento, un ambiente de estrés, falta de ejercicio o estimulación mental, contribuyen a desarrollar problemas de conducta. Por último, las experiencias previas de un perro, especialmente si ha pasado por situaciones traumáticas.
Existen varios comportamientos problemáticos, estos son solo algunos de los más comunes:
• Ladridos excesivos: aunque es una forma de comunicación, puede convertirse ser problema si es constante o sin razón aparente.
• Ansiedad por separación: puede manifestarse en aullidos, destrucción de objetos o accidentes dentro de casa.
• Conducta destructiva: si está aburrido, masticará muebles, zapatos u otros objetos.
• Agresión: este comportamiento suele estar relacionado con el miedo, la protección de recursos o la falta de socialización.
• Tirones de la correa: lo que genera incomodidad a la hora del paseo.
• Micción o defecación inadecuada: si no ha sido entrenado adecuadamente o experimenta problemas de salud.
La buena noticia es que, con paciencia y estrategias correctas, la mayoría de los problemas de comportamiento en perros pueden resolverse. En la próxima nota te comparto algunos tips.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551








