La situación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) genera incertidumbre en sus trabajadores y preocupación por el futuro de una institución clave para el desarrollo científico y productivo del país.
Las preocupaciones aumentaron el miércoles cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció un “plan de modernización” en el organismo, con más de 200 despidos y venta de edificios. “Desde el año 2007, el INTA se enfocó en temas que nada tenían que ver con la productividad agrícola, como las cuestiones de género, los falsos mapuches y la agricultura familiar. Además, el 50% de sus 6.852 empleados actuales ingresó durante los gobiernos de Cristina Fernández entre 2007 y 2015”, apuntó el funcionario.
Misiones no escapa a ese estado de faltas de certezas. Ese mismo día del anuncio de Adorni, un auditor llegó a la tierra colorada para conocer los bienes que cuenta el ente, los que se podrían llegar a vender en un futuro cercano.
“Es como una pesadilla; estamos rogando pedir que alguien nos despierte”, describió Silvina Fariza, investigadora y secretaria general de la Asociación del Personal del INTA en la Estación Experimental Agropecuaria de Cerro Azul.
En diálogo con FM de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, lamentó estar viviendo esta situación, sobre todo porque tan solo hace poco unos días pudieron entregarles a los productores y a las productoras semillas mejoradas para productores de yerba mate.
“Ahora enfrentamos una enorme incertidumbre, con mucho malestar y miedo porque no sabemos qué puede pasar”, apuntó.
En la Estación Experimental Agropecuaria de Cerro Azul trabajan aproximadamente 120 personas, entre profesionales, técnicos y personal de apoyo o de campo. Sin embargo, los ajustes comenzaron a impactar desde hace un tiempo atás.
“Desde el 2014 a la actualidad, el INTA en general ha perdido más de 900 agentes… Ahora ya se han ido implementando ciertas cuestiones como la del plan del retiro voluntario, que a nivel nacional ya se adhirieron 300 personas. A su vez las jubilaciones, las intimaciones…Ya venimos con un proceso de ajuste”, expresó.
Si ya reinaba la duda, todo se acrecentó con la llegada del auditor el pasado miércoles 27 de noviembre, quien tomó conocimiento de las hectáreas que están en manos del INTA.
“Se le hizo una presentación de cuáles son las actividades del personal que tenemos en la estación experimental y luego sí el recorrido en toda la estación experimental en lo que significa Cerro Azul y también el campo anexo Río Victoria que se encuentra en San Vicente”, detalló Fariza.
Para la entrevistada, hoy todo lo que es propiedad del INTA corre riesgos de pasar a manos privadas; tal como lo reconoció el Gobierno nacional que son sus intenciones.
“Riesgo corre todo. El campo anexo (en San Vicente) por sus extensiones, y sobre todo porque son tierras con potencial tanto para lo que es la cría y para lo que es ganadería básicamente. En ese lugar también se tiene algo de forestación y, por supuesto, lo más importante que es el banco de germoplasma de yerba mate, y es un hito muy importante porque ahí también hay plantas madres”, remarcó.
Sobre el impacto en las investigaciones y actividades del INTA, Fariza explicó que, pese a la “motosierra”, todavía están cumpliendo los objetivos institucionales, con algunos importantes ajustes.
“Por ahí se encuentra un poco más ajustado el hecho de la extensión porque hay que salir al campo, hay que encontrarse con los productores, generar los espacios, jornadas, y ahí hay un gasto de combustible y demás que por ahí se complica un poquito más”, añadió.
Aún así aclaró que si ajusta personal de apoyo o profesionales, los grupos de trabajo quedarán desmantelados. “Son pérdidas humanas y de conocimientos irremplazables”, apuntó.
Fariza destacó el apoyo recibido en Misiones: “Nos acompañan universidades, colegios profesionales y la Federación Agraria. Sin embargo, las entidades grandes del agro, como la Mesa de Enlace, no nos apoyan”.
Por último, subrayó la importancia de desmentir declaraciones que desvirtúan el rol del INTA. “El vocero presidencial (Manuel Adorni) dijo que entramos por cuestiones políticas o que cambiamos el foco a la agricultura familiar. Eso es falso. La única forma de ingresar al INTA es mediante concursos con mesas examinadoras. En esta región, el foco tiene que estar en la agricultura familiar porque las productividades máximas solo se dan en la zona núcleo”, concluyó.