La temporada de cítricos está para atrás en los mercados misioneros, donde la fruta que ingresa es poca, de segunda y cara. Toda la buena ya se compró, principalmente para enviarla con destino a Entre Ríos y de ahí a los mercados de Buenos Aires.
“La mandarina okitsu que se levanta en esta temporada a lo largo de la ruta 14 – y que acopian en San Vicente- se mandó con destino a Entre Ríos en primer término y de ahí a los mercados de Buenos Aires. Lo que quedó por ahora para los mercados locales es “poco, chico y caro”, tal el reporte del productor citrícola de Montecarlo, Jorge Krausseman, quien agregó que “todavía estamos afectados por la gran sequía donde las plantas perdieron muchas hojas y produjeron menos frutas y más chicas. Los de afuera (compradores de Entre Ríos principalmente) entraron a comprar la local buena, entonces llegamos a la temporada otoñal con una caída en la oferta. Además, las tormentas de los últimos tiempos, con granizadas de por medio, no permiten que las plantas se recuperen del todo”, contó con pesar.
Krausseman recordó que el sector viene arrastrando varias temporadas de escasez de una fruta buena por la sequía, con chacras muy castigadas a las que les cuesta recuperarse. Y ahora sumó nuevas complicaciones, pero por las intensas lluvias.
“Es la época de levantar el pomelo también pero las continuas lluvias complican fuertemente a los colonos, los camiones no pueden entrar a las chacras por el pésimo estado de los caminos”, acotó.
“El mercado de Posadas es muy chico y si a la chacra viene un operador entrerriano con la plata en la mano compra toda la producción, que a su vez manda a otros puntos del país. Acá, en el norte de la provincia, los productores abastecen localmente, pero a Posadas recién llega la fruta de primera cuando entra la de otras provincias. Ahora es la época de la W Murcott, que se caracteriza por su alta calidad interna y su facilidad para pelar, pero también se va todo para Entre Ríos”, reiteró el productor de Montecarlo.
Luego acotó que “la fruta buena en este momento es el pomelo, yo trabajo para la firma Libres del Plata. Antes exportábamos mandarinas de Montecarlo, pero ahora el negocio es más rentable con el pomelo, acopiamos y exprimimos en la fábrica Montecarlo Citrus y también estamos mandando algo para Alem”.
En coincidencia con el colono, el operador del Mercado Central, Fabián Florentín explicó a este Diario que “casi todo el citrus que ingresa todavía es de segunda, le falta maduración y dulzura. Los citrus misioneros de buena calidad se venden afuera, lo lindo que queda acá es muy poco y mayormente lo acopian las cooperativas”, dijo el empresario.
“El problema de la naranja que ingresa en esta fecha, además de ser una fruta de poco sabor, es el precio. Un cajón de 120 vale 25 mil pesos. En su mayoría naranja ombligo de poca calidad. En este tiempo el precio sube, porque hay poco ingreso y un mayor consumo, lo que lleva a encarecerla”, expuso.
Por su parte, la coordinadora del Mercado Concentrador Zonal Posadas, Mariela Bernardi, reflejó un panorama similar, donde, si bien, el volumen que ingresa es mucho menor que en el Mercado Central, también reciben algo de la producción local.
“Al mercado está ingresando algo de citrus, pero no es de primera. Lo que está entrando en este tiempo es de pequeños productores. Ahora está entrando mandarina común, de primera nada”. completó.
Desfinanciados
De acuerdo a la mirada crítica que ofreció el delegado de UATRE, Ramón Zabala, “actualmente el sector citrícola está desahuciado porque los productores fueron desfinanciados. No recibieron aportes económicos acordes para tener al día de hoy una fruta de calidad como veníamos acostumbrados. Los cuidados no han sido los correctos y no es responsabilidad de ellos, porque la situación económica es sumamente complicada y por eso no llegaron con los objetivos planteados. El resultado es que hoy tengamos una fruta de mala calidad. Hay que decirlo sinceramente y ponerse a trabajar para revertir lo que pasa”, enfatizó.
“Ojo, en este momento hay de todo: buena, regular y fea. Pero en el caso que respecta a la Cooperativa Citrícola de Alem, que tiene anexada a la mayoría de los productores de citrus de la ruta 14, el organismo cuenta con una boca de recepción en San Vicente y desde ahí directamente vendieron a Entre Ríos, eso quiere decir que toda la fruta más linda ya se le vendió a otra provincia”, especificó.
Finalmente, dijo que “han quedado las sobras, por eso cuando vemos las frutas de los mercados y verdulerías notamos que la que hay acá es la de segunda. Todo lo mejor ya se mandó para otro lado”.
Urge el frío para ayudar a madurar la mandarina
Pese a ser de estación, la mandarina que hay en las verdulerías y supermercados de Misiones está verde y es cara, pero los motivos son diversos y depende, en algunos casos, de cuestiones más internas de las chacras.
“Hay muchísima fruta verde porque, para que tome color necesitamos frío, que la temperatura baje varios días al menos a 10 u 8 grados, porque el clima veraniego que tenemos nos juega en contra. Crece la fruta y no madura porque falta frío”, contó por su parte el delegado gremial de UATRE en la Cooperativa Citrícola de Alem, Ramón Zabala.
“Ahora también se está levantando a pleno la cosecha de pomelo, pero va todo para la industria. Sin embargo, hay muchísima fruta verde porque para que tome color hace falta un frío continuado”.
En cuanto a la falta de sabor dulce y lo jugoso, tiene que ver más bien con la planta, ya que es necesario que tenga más de 7 años, porque cuanto más edad tenga la planta mejor la calidad de la fruta,
“La calidad es superior en una plantación de 10 a 20 años y la cascara es fina y rinde más en fábrica”, agregó Krausseman.
Presión impositiva
Además de las dificultades enumeradas, tanto de parte de los productores como de los operadores de los mercados, para que hoy el cajón de la naranja alcance los 25 mil pesos también hay que sumarle que tiene una fuerte presión impositiva.
Entonces, si bien el precio estaba a la baja, los productores remarcaron que el anticipo que pagan en Rentas está por encima incluso de otros productos y eso lleva a que el consumidor final pague muy caro por una fruta que es de temporada y tiene producción local.