El jueves 27 de agosto de 2020 en San Ignacio, sobre la ruta nacional 12, una patrulla de Gendarmería fue solicitada por la Justicia Federal de Corrientes en una causa iniciada por investigadores de Prefectura “Ituzaingó”, para detener la marcha de un camión con tanque cisterna que transportaba estupefacientes.
Los efectivos incautaron más de ocho toneladas de marihuana. Fue detenido el chofer, Alberto Daniel Esquivel, quien dos años después fue condenado a ocho años de prisión en un juicio abreviado.
No obstante, la investigación continuó y las autoridades de la Justicia correntina establecieron mediante escuchas telefónicas y otras evidencias que los responsables del envío de la droga operaban desde suelo misionero, más precisamente desde un lugar que al parecer utilizaban como fachada y que se llamaba “El Lavadero” (que se cree estaba cerca de Corpus), tal como consta en el expediente.
Fue entonces que procedieron a detener a otros integrantes de la organización, acusados de ser la logística de la gavilla. Se trata de dos hombres domiciliados y oriundos de Posadas, ambos identificados por los investigadores judiciales y de Prefectura como Jeremías José Traico, de 44 años y Alejandro Enrique Krutki, de 43.
Estos dos individuos admitieron su culpabilidad en un juicio abreviado y fueron condenados a la pena de ocho años de prisión tras ser hallados autores penalmente responsables del delito de “transporte de estupefacientes, agravado por el número de personas”, según consta en la resolución que se hizo pública ayer. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Corrientes ahora debe homologar el acuerdo que hubo entre la defensa de los imputados y la fiscalía.
Un dato no menor es que en la etapa de instrucción de la causa los ahora condenados y durante la indagatoria ante el magistrado se dijeron inocentes y afirmaron ser comerciantes. Vale recordar que el conductor del camión donde incautaron los más de 8 mil kilogramos de cannabis sativa residía en Candelaria.
Dinero y cocaína
La vinculación de los integrantes de la banda se dio en razón del informe elevado por Prefectura Naval Argentina -Delegación Ituzaingó- que daba cuenta de la existencia de una organización que se encargaría del traslado de sustancia estupefaciente desde Misiones.
Tras la captura del chofer y el secuestro de las ocho toneladas de cannabis, los efectivos allanaron el domicilio de Krutki, donde encontraron dinero en efectivo, una cantidad no especificada de cocaína, y varios teléfonos celulares, entre otros elementos, en tanto que en la residencia de Traico se halló teléfonos celulares, 50.300 dólares, un arma de fuego y proyectiles y tres cuadernos con anotaciones, según consta en el auto de elevación a juicio.
Aún resta definir la situación procesal de otro implicado y habría al menos un prófugo identificado, siempre en vinculación con la mencionada organización.