Tras una semana luchando por su vida en el Hospital Regional de Ciudad del Este, la bebé que sorprendentemente recuperó signos vitales durante su propio funeral finalmente falleció el sábado, confirmó el director de la institución médica.
La pequeña, que había sido declarada fallecida poco después de nacer prematuramente hace dos semanas, pesando apenas 400 gramos, finalmente sucumbió a un “paro cardiorespiratorio” después de permanecer seis días en la Unidad de Cuidados Intensivos, según informó el director del hospital.
Desde su ingreso el 13 de abril, la bebé estuvo en una situación crítica, siendo tratada en una incubadora y conectada a un respirador debido a su prematuridad extrema. A pesar de los esfuerzos médicos, el viernes comenzó a experimentar bradicardia, una disminución de la frecuencia cardíaca que señalaba complicaciones adicionales.
El caso de esta bebé, a quien nombraron “Milagros de Jesús” en honor a su inesperado regreso a la vida, conmocionó a Paraguay y al mundo cuando, durante su velatorio, se descubrió que aún tenía signos vitales, después de haber sido declarada muerta y entregada a su familia junto con un acta de defunción. La niña fue rápidamente trasladada de vuelta al hospital para recibir atención médica.
El padre de la bebé, Ignacio Medina, relató cómo, poco antes de partir hacia el cementerio, un familiar notó que la bebé aún mostraba signos de vida, lo que llevó al traslado de urgencia al hospital.
El director del hospital había sugerido anteriormente que el caso podría tratarse de catalepsia, un estado caracterizado por rigidez muscular y pérdida aparente de consciencia, que ocurre raramente y puede confundirse con la muerte.