El 4 de abril de 1968, el líder del movimiento por los derechos civiles estadounidense Martin Luther King recibía un disparo mortal en un motel en Memphis (Tennessee).
La bala, disparada por el convicto James Earl Ray, le atravesó la mandíbula y alcanzó su médula espinal. King fue llevado al hospital, donde fue declarado muerto. Tenía 39 años de edad.
Nacido el 15 de enero de 1929, King fue un pastor de la Iglesia bautista y activista al frente del Movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos. Dirigió protestas pacíficas por todo Estados Unidos. Por su lucha contra la segregación y la discriminación racial en su país, en 1964 recibió el Premio Nobel de la Paz.
Cuatro años después, en una época en que su labor se había orientado especialmente hacia la oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis, cuando se preparaba para liderar una manifestación.