Ayer se conmemoró en Argentina el Día Nacional del Donante de Médula Ósea, en honor a la fecha de apertura del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI. A pesar del gran interés por colaborar, pocas personas logran convertirse en donantes por las precisiones médicas que se requieren en un trasplante de estas características.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la responsable del Registro de Médula Ósea Provincial, Romina Hahn, explicó que para quienes se acercan hasta el Banco de Sangre “una de las preguntas es si desean inscribirse como posibles donantes de médula ósea, donde vemos que las personas se inclinan a este acto voluntario para poder ayudar”. En la provincia, se inscribieron 12.208 de los cuales han sido preseleccionados 129 personas y terminaron donando 18.
Sucede que existe todo un proceso, al respecto contó que “salir compatible para alguien es como tener un hermano gemelo en el mundo, porque es muy difícil que lleguen a ser donantes”. Al momento de donar sangre, se toma una muestra “que se envía al registro argentino de donantes de médula, donde se hace la identidad genética de esta persona y se carga al sistema. Entonces, cuando hay una persona en el mundo que necesita un trasplante y no lo tiene en su familia un donante compatible, el médico pide la búsqueda en el registro, que participa a nivel mundial”, añadió.
En este sentido, la bioquímica señaló que “un donante argentino puede ser compatible para alguien del país o de cualquier parte del mundo. Así también recibimos médula de afuera para los pacientes argentinos que necesitan médula”. Al lanzar una convocatoria para buscar donantes “es aumentar las probabilidades de encontrar un donante”, agregó.
Entre los métodos para acceder a la médula, indicó que”existen dos procedimientos, uno es punción directa, que se usa muy poco. Ahora se utiliza más el método de aféresis, es como donar sangre, pero conectado a una máquina que se programa para que capte las células de la médula ósea, las progenitoras hematopoyéticas (CPH)”. Para ello, previamente a la donación “la persona necesita recibir unas vacunas, que son estimulantes de las CPH que hacen que salgan de los huesos hacia las venas y se pueda donar con este método”.
En cuanto a los tratamientos médicos, Romina Hahn mencionó a pacientes con leucemia, anemias, linfomas, “son todos aquellos que pasaron por una quimioterapia y no han resuelto su enfermedad o no pueden ir por un trasplante autólogo. Entonces, pasan por un trasplante alogénico y al no tener un familiar compatible se dirige a un registro de donantes no relacionados”.
Asimismo, compartió que una persona puede llegar a donar médula ósea “hasta dos veces en su vida”. Entre los mitos que prevalecen, aclaró que “no es una punción en la columna, no va a quedar paralítico, y que el donante tiene la decisión sobre su cuerpo de cómo va a donar”.
Respecto a procedimientos en la provincia, detalló que “lo que se está haciendo son los trasplantes autólogos, cuando al mismo paciente se le extrae su médula y se le vuelva a infundir. Después, se están haciendo donantes relacionados, entre familiares”.