En los próximos años podría faltar madera implantada, principalmente pino y eucalipto, en Misiones debido a que los pequeños productores están dejando de forestar al no encontrar rentabilidad.
Los precios, la competencia con Corrientes y los plazos de tiempo no son convenientes al comparar la forestación con otra actividad. Pero además, la Nación ha dejado de pagar el incentivo forestal que se fijó hace 20 años en la Ley 25.080, la cual era una de las principales motivaciones de la actividad.
La tendencia que se registra es utilizar las hectáreas en ganadería, yerba mate u otras actividades.
La semana pasada hubo una reunión de industriales madereros de San Vicente y alrededores con la ministra de Trabajo, Silvana Giménez y el ministro del Agro, Facundo López Sartori, donde le expresaron la preocupación por la situación. Participaron tanto los que trabajan con madera implantada, sea pino o eucalipto, como algunos de madera nativa.
“El tema principal fue que en la provincia de Misiones hace varios años ya se está dejando de forestar, por distintas razones. Por no pago del incentivo forestal (Ley 25.080) y también porque el Ministerio de Ecología cerró bastante los permisos de rozado o cambio de uso de los montes nativos. Entonces, por diferentes motivos se dejó de forestar”, explicó a PRIMERA EDICIÓN César Jakimczuk, presidente de los industriales madereros autoconvocados. Son miles de productores que no reciben el pago y si lo hacen será a valores totalmente desactualizados por la inflación. “No se está pagando más en muchos años entonces la gente dejó de plantar”, señaló.
La preocupación por este tema radica en que “en no mucho tiempo nos vamos a quedar sin materia prima los aserraderos chicos que vivimos de lo que plantan los colonos y le compramos su pino o su eucalipto”.
“Es uno de los principales problemas que va a haber a futuro y no muy lejano en la provincia. Las únicas que siguen forestando son las empresas grandes instaladas en la provincia que todos conocemos”, explicó el maderero.
Aclaró que “la provincia de Corrientes tiene mucha materia prima, pero es por la distancia que no cierran los números. Traer hasta acá y volver a sacar después las maderas aserradas es imposible. Hay que instalarse con la industria directamente en Corrientes”.
Actividad frenada
De acuerdo a las expresiones de los madereros participantes de la reunión, la actividad está frenada principalmente por la incertidumbre económica nacional.
“En la parte de venta de maderas para la construcción, para muebles, eso se ha frenado mucho”, sostuvo Jakimczuk. “Lo que sí todavía muchos de los de las industrias estamos trabajando es lo que es para el campo, para la cría de vacuno, ya sea para mangas, corrales, varillas, para tranquera. Eso todavía algo está saliendo, algo estamos trabajando”, dijo.
“El que vende vuelve a comprar pero muy pocos están invirtiendo, prácticamente nadie está haciendo stock por la incertidumbre que hay. No está completamente frenado pero hay una gran incertidumbre”, remarcó.
Mantenimiento del monte
Al respecto de los industriales que trabajan con madera nativa, en marzo habrá una nueva reunión con el ministro de Ecología, Martín Recamán, para delinear estrategias de trabajo y definir el funcionamiento de los permisos.
“Con el tema de lo que es bosque nativo, hay una gran diferencia entre lo que es la realidad y lo que la gente piensa. Los que trabajamos con madera nativa estamos preocupados en cuidar el bosque, en eso no es el desmonte, el desmonte es la tala raza, el que hace un cambio de uso del suelo, el que hace el rozado, pero no el maderero”, sostuvo el empresario.
“La idea de los que trabajamos en la industria maderera es que no se terminen los montes, es que se sigan manteniendo los montes, porque nosotros vivimos de eso. De un monte se sacan cuatro, cinco, diez árboles por hectárea y después se deja descansar 17 años el monte, respetando las medidas mínimas, y se vuelve a trabajar. Entonces siempre vamos a tener los bosques”, manifestó.