Lilians Cabral brinda clases de apoyo en la Casa de La Historia y la Cultura del Bicentenario desde su inauguración en 2015. A las mismas acuden niños y adolescentes no solo del barrio Itaembé Mini sino de otros puntos de Posadas. “Sus niños” como ella misma los llama, son alumnos del nivel primario y secundario que muchas veces no pueden pagar una maestra particular.
PRIMERA EDICIÓN llegó hasta el populoso barrio para contar cómo se desarrollaron las clases de apoyo y ahí se encontró a la “mae Lilians” con el celular en la mano a la espera del mensaje de sus alumnos del secundario para contarle cómo les fue en su examen porque como ella nos confirmó con mucha alegría sus alumnos del nivel primario ya habían aprobado y pasaron de grado.
Maestra de apoyo, psicóloga, segunda mamá, así define sus roles trabajando en la Casa de La Historia y la Cultura del Bicentenario. “Amo demasiado a mis niños y algunos tienen muchos problemas, que confían mucho más en mí que en su propia casa”, cuenta con mucha emoción y lágrimas en los ojos al recordar a cada uno de sus alumnos.
Las clases se brindan durante todo el año y gracias a la dedicación que le pone, la directora Zonia Echeverría, la sigue convocando para que pueda año tras año continuar enseñando. Por suerte no está sola, cuenta con sus “coequipers” como ella nos presentó a sus compañeras Alejandra Griselda González y María Estela Yegros.
Lilians hace su trabajo con mucha pasión, siente orgullo al ver progresar a sus alumnos no solo en lo académico sino en lo personal. “Me siento orgullosa de ellos porque avanzan, a pesar de todas las circunstancias que pasan en sus casas, ya sea económicas o de afecto”, expresó.
También enseña a niños judicializados, lo que le permite conocer historias de vida muy duras y que en muchos casos le rompen en corazón pero no se deja vencer por eso, los alienta a salir adelante y a luchar por sus sueños porque está convencida de que “el estudio es la mejor herencia que tenemos”.
En más de una oportunidad, se ha topado con exalumnos o sus padres en la calle o en el colectivo y asegura que nada le llena más el corazón como cuando la reconocen y le dan las gracias. En una oportunidad, mientras se encontraban trabajando un compañero le avisó que la buscaban y cuando salió se encontró a un exalumno que fue a visitarla para contarle que se fue a vivir a otra provincia y que se había recibido de abogado.
La “mae Lilians” es otra de los heroínas que tiene la tierra colorada que con pequeñas acciones puede cambiar la vida de muchos niños, por eso su historia merece ser contada y reconocida.
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Donaciones
La Casa de La Historia y la Cultura del Bicentenario del barrio Itaembé Mini recibe donaciones de libros de todos aquellos que quieran colaborar con libros para poder ampliar su biblioteca. Todos aquellos que quieran colaborar, se pueden acercar hasta el lugar ubicado en Av. 147 y calle 170.