Posadas. Un desastre nunca visto causó la torrencial lluvia de ayer. En menos de dos horas cayeron más de 130 milímetros de agua que hizo colapsar los desagües y el raudal arrasó con las viviendas, locales comerciales y vehículos ubicados en Santiago del Estero, Rivadavia, calle 25 de Mayo en la zona del curso de agua de la avenida Mitre que desbordó. La lluvia no cesaba y en doce horas se registraron 206,1 milímetros en total, según precisaron desde la Oficina de Prevención de Desastres Naturales. Los vecinos aseguraron que de milagro no murió nadie. Los vehículos que se encontraban en la calle fueron arrastrados por la corriente, los autos de un estacionamiento terminaron apilados como si fueran de juguete y mucha gente no salía del estado de shock que le causó semejante situación. Era la 1.30 aproximadamente cuando Andrés Daviña de la inmobiliaria que lleva su nombre recibió un llamado de alerta del sistema de seguridad. Pero cuando llegó al lugar no podía creer lo que veía. La calle Santiago del Estero casi Rivadavia era un río, la vidriera del local había explotado y los muebles, computadoras, teléfono, todo se iba con la corriente. El trabajo de toda una vida se llevaba el agua. Con el agua al cuello“La gente estaba en su casa y no pudo hacer nada, tenían el agua al cuello, estaba descontrolada la situación”, manifestó Andrés Daviña, todavía impresionado. La vidriera se rompió y el agua ingresó con toda la presión y rompió todo. Fue terrible”, agregó. Otra señora integrante de la inmobiliaria no podía ni hablar, impresionada por el caos que era el lugar. “Vimos como se iba la impresora y la computadora flotando por la calle, como a una cuadra”, agregó. Solanye Kruger vive en la casa de al lado y el agua alcanzó dos metros en el interior de su vivienda. Perdió absolutamente todo. La mujer vive con su hijo de catorce años. La fuerza del agua era de tal magnitud que no sólo ingresaba en los inmuebles, sino que arrastraba y terminaban clausurando puertas o ventanas. “Fue todo muy rápido, no podíamos salir y el agua le llegó al cuello a mi hijo. La cama flotaba y entonces ahí le subimos a dos gatitos y mi perrito para que no murieran”, contó conmocionada Solanye Kruger, quien tiene su vivienda sobre calle Santiago del Estero, entre Rivadavia y 3 de Febrero.A raíz de la fuerte corriente del agua las puertas de la casa se trabaron y era imposible abrir. Un bombero forzó una de las ventanas de la casa de Solanye e intentó sacar a su hijo. “Era peor, abrió la ventana y las cosas se iban flotando, no quise salir, quería proteger algo”, manifestó. La mujer que tenía allí su taller de arte, que es su medio de vida, quedó sin nada. Todos sus materiales y trabajos quedaron embarrados, mojados y destruidos. Igual que absolutamente todas las cosas de la casa. Daviña pidió que las autoridades municipales y de la Entidad Binacional Yacyretá analicen qué solución brindarán al barrio, porque “hoy de casualidad no se murió nadie, hubo chicos que apenas podían sacar la cabeza del agua porque no podían abrir las puertas de sus casas”. El arroyo en la heladeríaPablo Svetaz, responsable de la heladería Polaris, también se sorprendió de la magnitud y la violencia del agua. Durante la lluvia de la madrugada el agua primero comenzó a ingresar desde la calle, pero después un torrente impresionante empujó todo hacia la avenida Mitre, desde los freezers hasta los tubos de gas. La calle Beethoven, casi Alem, perdió todos los adoquines que terminaron estampados en las viviendas vecinas y desparramados por todos lados. En calle Paraguay y Tomás Guido una mamá embarazada y sus pequeños hijos fueron rescatados por un vecino, ya que resultaron infructuosos sus llamados al 911.En doce horas llovió mucho más que lo previsible para un mes y sin dudas, aseguraron desde la OPAD, el día de ayer quedará entre los récord en cuanto a cantidad de lluvia en pocas horas. Los vecinos afectados, en tanto, desconsolados señalaron que “parece que las catástrofes anunciadas para el 21/12/12 a nosotros ya nos llegaron”.




Discussion about this post