Nación y provincias protagonizaron por estas horas un fuerte ida y vuelta con el objetivo de hacerse con uno de los tantos impuestos que el Estado generó en su afán recaudador: el impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), que solamente el mes pasado recaudó 450.000 millones de pesos y que podría superar los 6 billones de pesos este año. Se nutre de la compra de divisas y un 30% va a un fondo fiduciario para obras en las provincias.
Pero se espera que, a partir de marzo, regrese la discusión sobre cómo se reparte, en el marco de la intención de gobierno de Javier Milei de discutir un nuevo Pacto Fiscal.
Claramente, el impuesto en cuestión constituye una presión fiscal extra y provoca distorsiones en la economía, pero su volumen explica una de las tantas discusiones que las provincias tendrán con la Nación durante la actual administración.