No se le puede exigir a un Presidente recién asumido que, en 24 horas de mandato, fije las pautas que permitan al pueblo argentino tener un panorama previsible de lo que vendrá en el verano de 2024. Pero, esperemos que comience hoy, el flamante ministro de Economía de la Nación podría comenzar a trazar los primeros ejes del plan de la gestión de Javier Milei.
Fue obvio el guiño que los mercados financieros dieron al nuevo mandatario, aun cuando se vendió el dólar con mayores controles por la inconclusa remoción del directorio del Banco Central. Son momentos muy delicados de la economía y, cualquier paso en falso, podría impactar más en forma negativa sobre la sociedad.
Pero Milei y Caputo necesitan mostrar que tienen un plan. No lo hizo Mauricio Macri ni Alberto Fernández, mandatos de colores partidarios diferentes pero que mostraron demasiada improvisación, con un final tétrico como el actual.
Esa previsibilidad que genera estabilidad no será capaz de erradicar la inflación o hiper que se pueda venir, producto del desastre. Sin embargo, en el futuro medio, sí podría aportar a dar certezas económicas respecto al rumbo de la Argentina.
La mayoría del pueblo votó la aplicación de un ajuste o recorte fiscal, por lo tanto, Milei ya tiene el primer crédito para no andar titubeando sobre el paso de las medidas en el Estado, ya que prometió que el costo no lo iba a pagar el privado.
Hay mucho camino por recorrer, enorme cantidad de cosas por enmendar en un país fisurado. Se podría comenzar por la confianza y la previsión de los actos públicos.