Son cinco los detenidos por el ataque a golpes que sufrió un hombre de 76 años el pasado sábado 11 en Wanda. Solo falta que uno de ellos declare, mientras se aguarda la evolución de la víctima, quien sufrió lesiones gravísimas cuando intentaron robarle.
Según pudo saber este Diario, cuatro de los detenidos fueron llevados a indagatoria ante el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú. Tres de ellos dieron su versión de lo sucedido mientras que un cuarto se abstuvo. Hoy sería llevado a declarar el quinto sospechoso, quien el pasado viernes fue aprehendido por efectivos de la comisaría de Wanda.
Los cuatro fueron imputados por “robo agravado”, debido a las lesiones gravísimas que le provocaron a la víctima. Esta acción está prevista en el artículo 161 del Código Penal, el cual establece una pena de entre 5 a 15 años de prisión de ser hallados culpables en juicio.
Respecto al hombre agredido había sido internado de urgencia en el sector de terapia intensiva del hospital SAMIC de Eldorado. Tenía fractura de cráneo y fractura múltiple de macizo facial, es decir le rompieron los huesos de la cara a golpes.
Estaba en estado crítico con respirador, pero según fuentes consultadas, en los últimos días le quitaron la asistencia respiratoria mecánica. Su evolución era favorable.
El caso en cuestión ocurrió en horas de la noche del día citado, cuando un vecino llamó a la policía porque había encontrado al hombre inconsciente en su domicilio del barrio San Martín.
Según averiguaciones había estado reunido o al menos le permitió la entrada a su casa a un grupo de jóvenes a los que conocía previamente. Según trascendió, uno de los jóvenes relató que habían ido al lugar para robarle dinero, pero ante la negativa del hombre de decir dónde lo tenía guardado lo golpearon. Sin poder encontrar los billetes se apoderaron de un ventilador y el celular de la víctima.
Los efectivos rastrillaron la zona y encontraron el ventilador oculto entre malezas, en tanto que el celular ya había sido vendido por los sospechosos.
Los primeros cuatro fueron aprehendidos el pasado martes 14. Tres de ellos eran hermanos. Uno habría sido el que comercializó el teléfono, mientras que los otros tres habrían estado dentro de la vivienda en momentos del ataque. La investigación determinará el rol del quinto de los sospechosos y presuntos cómplices.