Una mujer de 31 años será juzgada a partir del lunes 27 de noviembre ante el Tribunal Penal 2 de esta capital. Está detenida y acusada de haber intentado matar a la beba que dio a luz tres días antes y de abandonarla en la orilla del arroyo Mártires a pocos metros de la desembocadura en el río Paraná en Villa Cabello.
Rita Marianela Cervantes Martínez está imputada por “homicidio calificado por el vínculo, en grado de tentativa”, pero también por “hurto y alteración de la identidad de un menor de 10 años”, delitos todos “en concurso real” y penados en ese orden por los artículos 80, 162 y 139 del Código Penal Argentino.
El tribunal estará conformado por lo jueces titulares, Carlos Jorge Giménez, Gregorio Augusto Busse y César Antonio Yaya. El fiscal también será del respectivo al TP-2, Vladimir Glinka. La encartada contará con la representación legal de las abogadas particulares, Gabriela Luciana Sommer Aromi y Karen Dalila Rodríguez De Olivera.
De acuerdo a lo sucedido y trascendido el lunes 7 de septiembre de 2020, una beba fue encontrada envuelta entre ropas y trapos y adentro de una bolsa sobre las piedras de la contención de arroyo en la costanera oeste de Posadas.
Un instructor en disciplinas deportivas de contacto como el kickboxing fue quien encontró pasadas las 17 el bulto sospechoso y al percatarse que contenía a una beba corrió a pedir ayuda hasta la sede del Comando Radioeléctrico Oeste. El preparador físico oyó el llanto y abrió la bolsa plástica negra que estaba rodeada por un alambre antes de buscar la asistencia de los efectivos de la Unidad Regional I.
Cuando la beba llegó al hospital neonatal en el Parque de la Salud, el dramatismo fue aún mayor porque aún tenía incrustado en la espalda un cuchillo dentado de cocina (tipo tramontina) y otras cuatro lesiones de arma blanca, que se presumen fueron provocadas con el mismo elemento.
El primer examen estimó que se trató de un recién nacido (dos o tres días de vida). Las enfermeras y médicos la bautizaron como “Milagros” y las curaciones fueron rápidas y efectivas para la evolución.
El cuerpo de la víctima tenía 5 heridas de arma blanca que fueron curadas. Por ello las enfermeras la llamaron “Milagros”.
Testigo y salvador
Vale recordar que el preparador físico, Diego Penayo, quien la rescató del abandono, dialogó oportunamente con PRIMERA EDICIÓN y relató: “El cuerpo estaba envuelto en ropa y una bolsa. Primero pensé que era un perro o un gato que tiraron al arroyo y al acercarme y ver que era un bebé no lo podía creer. Como no había nadie cerca ni por la calle, corrí hasta la policía y ellos lo llevaron al hospital”.
“No me di cuenta que tenía las lesiones, después me dijeron en la policía que tenía varias puñaladas. Yo solamente abrí un poco de la bolsa y al ver la cara y que era una criatura actué”.
Agregó que el cuerpo estaba entre las piedras y no más de un metro del contacto directo con el agua, por lo que estimó la probabilidad que la intención haya sido dejarlo en ese lugar para que lo arrastrara la corriente si subía el cauce. “Afortunadamente salí a correr y a hacer otros ejercicios pero como llovía acorté camino por esa zona, que no era parte de la trayectoria periódica”.