Mónica Santos (53) es periodista desde hace más de 30 años y se recibió de abogada en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). En diálogo con la FM 89.3 Santa María de Las Misiones contó su experiencia y reveló que “el cerebro es un músculo más y cualquier desafío intelectual lo ayuda a mantenerse bien y lúcido”.
“La verdad es que hay que estudiar un montón para ser abogado, y para ser cualquier otra cosa que tenga que ver con un título de grado. Siempre me gustaron las leyes, me gusta luchar por causas en las que creo y nunca fui tibia para involucrarme con las cosas que concuerdo, que creo que van bien para mis valores o mi vida”, señaló.
Si bien comenzó a estudiar abogacía hace un tiempo, confesó que por muchos años postergó su carrera para dedicarse al trabajo, a la familia, sus cinco hijos y nietos. “Tengo 53 años y en todo este tiempo no es que hice la carrera de un tirón sino que muchas veces me pregunté por qué me estaba complicando la vida”, expresó.
Consideró que por ser periodista, de profesión y vocación, siempre tuvo facilidad para la lectura. “Tengo el hábito de la lectura, por lo cual tenía un punto a favor, porque la verdad es que las carreras que son humanísticas como abogacía, como derecho, requieren muchas horas de lectura, pero como eso me gusta no tenía mayor inconveniente”, señaló.
Aunque reveló que lo que más le costó fue la organización debido a que tenía que seguir trabajando y atendiendo sus demandas familiares.
“A veces incluso la edad se nota también en el tema de soportar el cansancio. Antes estudiaba en el colectivo cuando venía a laburar y después, ya en los últimos tiempos, te puedo asegurar que cansada ya no podía. Si dormía mal una noche se me complicaba el otro día, son cosas que uno tiene que hacerse cargo al tomar la decisión de estudiar a esta edad”, consideró.
Observó que todo este proceso le permitió “descubrir que los años no vienen solos y que ya ni el cerebro ni el cuerpo es el mismo”.
“Creo que es como cuando retomás las caminatas o el gimnasio y te das cuenta que después no llegás a los niveles de eficiencia que tenías cuando eras más chico, pero lo retomás a un ritmo interesante que creo que le hace bien sobre todo al cerebro”, expresó.
La comunicadora y flamante abogada sostuvo que “el cerebro es un músculo más y si le aportamos cualquier desafío intelectual me parece que eso ayuda mucho a mantenerse bien y lúcido”.
“Interesarse por las cosas de la vida, interesarse por un libro, por algo que te apasione, conectarte con grupos de personas en mi caso fueron compañeros de estudio. Eso es lo que te mantiene vital, te desconecta de la vida. Eso fue lo que más me agradezco a mí misma, el poder haber seguido y terminado para posibilitar eso que va más allá del título en sí”, reflexionó Santos.
“Amo el Derecho como amo el periodismo. Y estoy calentando motores para empezar de nuevo y de cero. Un poco me asusta, sí, pero me entusiasma de una manera que no deja de sorprenderme”, cerró.