Hace casi un año atrás, una mujer había sido apuñalada en el abdomen por su pareja. Ella llegó a salvarse, el agresor quedó detenido y la investigación se completó para que vaya a juicio.
Reconociéndose como autor del intento de femicidio, solicitó abreviar el proceso y no ir a debate.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, tal como lo establece el artículo 452 del Código Penal, José Daniel Lemmentynen (44) acordó junto a su defensa y la fiscalía a cargo de María Gisela Casafus de Castro un juicio abreviado, en el que aceptó una condena de 10 años de prisión por el delito de “femicidio en grado de tentativa” más 1 año por “evasión”, puesto que el imputado se había fugado de la comisaría de Cerro Azul.
El Juzgado de Instrucción 5 a cargo de Selva Raquel Zuetta elevó el expediente a juicio pero acompañado por el acuerdo entre las partes. El mismo quedó a disposición de los magistrados del Tribunal Penal de Oberá para que evalúen el abreviado. De haber conformidad homologarán la condena.
El caso propiamente ocurrió en la noche del 18 de noviembre de 2022 en la ruta 14 y el acceso a la localidad de Arroyo del Medio.
Lemmentynen se dirigió al cruce a esperar que llegara el colectivo en el que viajaba su pareja. Apenas la mujer de 35 años descendió, comenzó a increparla para luego atacarla con un arma blanca en el abdomen. No la abandonó sino que usó la situación como coartada para intentar desligarse del hecho.
La subió a su motocicleta y la llevó al hospital de Cerro Azul para que la asistieran. Dijo que alguien la había atacado. La mujer estaba grave y fue derivada al SAMIC de Alem. Tenía una perforación en el hipocondrio izquierdo que requirió que le fuera extirpado el bazo.
Desde el centro de salud informaron a la policía acerca del hecho y cuando ellos dialogaron con el hombre éste reconoció que la había atacado en el contexto de una presunta pelea con ella. Desde ese mismo día quedó detenido, hasta que casi seis meses después logró escapar de la celda.
En la noche del lunes 8 de mayo de este año, Lemmentynen forzó la puerta del calabozo y ganó la calle sin que los guardias se percataran. En ese momento se investigó si tuvo que ver que era aún el Día de la Policía y si la custodia se distendió por algún brindis o festejo. En los primeros minutos del martes notaron la fuga del que estaba junto a otros dos reos, quienes dieron detalle de lo ocurrido.
Rápidamente emitieron el alerta a las demás dependencias de la Unidad Regional VI y al menos un centenar de policías salieron en su búsqueda. Pero hábilmente Lemmentynen ocultó todo rastro.
Sin embargo, cuando caía la tarde del 27 de mayo (19 días después), la hermana del prófugo avisó a la policía que él se encontraba en su casa de Picada Belgrano. El hombre llegó y le pidió que fuera a comprarle vino. Le advirtió que no avisara a nadie porque iba lastimar a sus hijos. La mujer lo hizo igual y a los pocos minutos sigilosamente los efectivos rodearon la casa. Cuando Lemmentynen se dio cuenta de la presencia policial intentó escapar pero fue aprehendido.