Misiones como provincia limítrofe con otros países en un 90% de su territorio, se volvió no solo el pulmón verde de Argentina, sino el corazón del Mercosur con sus políticas de vanguardia.
Hablar de políticas de vanguardia en la producción es ponerle rostro humano a la rentabilidad económica y buscar el equilibrio con el hábitat que la conforman; y el Mercosur como gran bloque económico y productivo, tiene la mirada puesta en nuestra pequeña provincia debido a su crecimiento firme en esta área, acelerado y sostenido en el tiempo. En el Mercosur hay cita y Misiones es la sede. En esta ocasión, nos convoca el desarrollo de la primera Cumbre de Agricultura Sostenible, un encuentro que marcará la agenda política internacional.
Cuando digo internacional, me refiero a que Misiones como octava economía provincial se volvió vidriera mundial de políticas ecológicas y agroecológicas que hoy la vuelven sede de este encuentro y abren las puertas al mundo con prácticas que se reducen a formas de habitar la producción tan simples pero necesarias: cuidar el suelo, producir en casa, comer sano y proteger el ambiente. Ese es el motivo de este encuentro.
Recientemente en México se empezó a replantear el uso de agrotóxicos desde el Estado y por eso tendrán sus representantes en la Cumbre del Mercosur. Más de 20 expertos y destacados en agricultura de Argentina, Brasil, Paraguay y México vendrán a nuestra provincia a escuchar y conocer el trabajo de las chacras misioneras.
Que hoy nuestros productores sean los protagonistas de un encuentro de tal magnitud, refleja los intereses políticos y económicos que hoy plantea el espacio político al que pertenecemos.
Las políticas del agro misionero se vuelven tangibles porque hoy nuestros productores tienen opciones y se la juegan por probar nuevas formas de producir. Y esto se da únicamente porque tienen confianza. Confianza en un Estado provincial que promueve y garantiza, y en un Estado federal que invierte y apuesta a las economías regionales.
Esta amalgama tan necesaria, refuerza la intención misionerista de construir con lo propio un modelo productivo internacional que da el ejemplo en rentabilidad y sostenibilidad.
Mientras en Misiones debatimos y exponemos al mundo las nuevas formas de cultivo que nuestros productores ya tienen en marcha, en otros espacios se disputan intereses personalistas y de statu quo. Por eso, esta Cumbre representa un hito de trascendencia mundial, porque son los pequeños eslabones de la cadena productiva quienes llevan adelante en compañía del Estado, el protagonismo de la revolución productiva.
En tiempos donde las armas siguen siendo utilizadas para la expansión, en la tierra sin mal prima la concordia y las políticas de conservacionismo de los alimentos, el suelo, el ambiente y las personas. Misiones, corazón del Mercosur, late hacia una agricultura sostenible y está lista para expandirse al mundo.