El secuestro ayer en el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz de una conservadora a nombre de Diego Lotocki, hermano del médico Aníbal Lotocki, con 30 ampollas con una sustancia usada para hacer lifting facial y una jeringa con ácido hialurónico activó una vez más el debate por la falta de trazabilidad de estos productos que se usan en los centros de estéticas.
El operativo de incautación estuvo a cargo de la Aduana nacional que detectó la mercadería de contrabando en un taxi que cruzaba desde Encarnación hacia Posadas con una caja con el nombre de Diego Lotocki.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el médico cirujano plástico Adrián Tirante, confirmó que “lógicamente, no existe trazabilidad de estos productos que ingresan de contrabando por la frontera y por ende tampoco tienen ningún tipo de control, por lo que el control recae en el paciente”.
En este contexto, aconsejó a los pacientes a que acudan a centros de estética donde se sabe que hay médicos que trabajan bien “trazar un producto es muy simple, se ve la factura de compra y cada producto aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) tiene un código y una fecha de vencimiento… en mi caso, les doy a mis pacientes el código y la fecha de vencimiento del producto que les coloco”, aseveró.
“Es simple detectar a los que trabajan con estos productos”
Para el profesional, es muy simple detectar a los centros de estética que trabajan con productos no autorizados por la ANMAT porque “ofrecen esas prácticas a precios por debajo del costo del producto legal, es evidente que lo traen de otro lado; y aclaro que no son los mismos productos autorizados por la autoridad sanitaria argentina, sino otros similares”.
A modo de ejemplo, indicó que un relleno facial de ácido hialurónico le cuesta al médico aproximadamente 100 dólares por lo que “si alguien lo coloca a 25.000 pesos es evidente que no está usando el producto adquirido legalmente”.
Alto riesgo
Tirante advirtió sobre los riesgos que implica la práctica del contrabando de estos productos para la salud de los pacientes. “Sin saberlo, los pacientes pueden estar poniéndose en su cuerpo cualquier cosa”, indicó.
Además remarcó que “los productos pueden llegar en cualquier estado, algunos requieren cadena de frío ¿cómo me asegura el pasero que ese producto cumple con la cadena de frío?”.
Recordó que el organismo de control de los centros de estética y de los insumos que utilizan es el Ministerio de Salud Pública.
Para el entrevistado, “a los médicos no nos conviene traer de contrabando estos insumos porque estamos expuestos a muchas cosas, ¿cómo puedo saber si el producto está manipulado como corresponde?”.
El hacer médico
Tirante recordó que, por ley, para ejecutar un procedimiento médico se requiere ser médico. Entre estas prácticas están incluidos los “rellenos faciales o en cualquier parte del cuerpo, colocación del bótox y los hilos rusos y la mesoterapia”. Señaló también que “en estética, hay muchas personas que no son médicos poniendo rellenos y en algunos casos, ni siquiera hay médicos en esos centros. El problema es que, una vez que se va el médico, es imposible controlar que otra persona no médica realice este tipo de procedimientos”, advirtió.
El galeno cuestionó además la competencia en esta área de otros profesionales de la salud, como odontólogos, “si usted va al odontólogo y se encuentra conmigo seguramente me pedirá que me dedique a lo que sé… pero ahora resulta que los odontólogos son expertos en estética, y así también hay otros profesionales, se está dando una gran intrusión de la especialidad de cirugía plástica, creo que porque no hay un control a nivel nacional de centros formadores de cirugía estética”.
Indicó que basta mirar las redes sociales para ver una enorme cantidad de oferta de centros de estéticas y procedimientos “donde no se precisa quién es el médico a cargo”.
Multa millonaria
El material secuestrado ayer por los agentes de la Dirección General de Aduanas tiene un valor de 1.000.000 de pesos y se estima que la multa que deberá pagar Diego Lotocki triplica ese monto.
Vale recordar que los agentes hallaron 30 ampollas con una sustancia usada para hacer lifting facial de marca Isradermy una jeringa con ácido hialurónico marca Sofiderm que no tenían autorización de la ANMAT e incumplían con un régimen del Código Aduanero.
Según indicaron desde Aduana, en el marco del operativo de control se detuvo a un taxi con patente paraguaya y se le preguntó al conductor si tenía algo para declarar y el hombre, de nacionalidad paraguaya, afirmó que llevaba un paquete para un cliente argentino. Según consta en el comunicado, “los guardas de la Aduana advirtieron que un papel adherido a la caja indicaba que el destinatario del paquete sería nada menos que Diego Lotocki. En ese momento, los agentes del organismo decidieron utilizar un método no intrusivo de control que es el escáner aduanero”.
Al detectar una cantidad de envases de vidrio que permitía presumir “tener fines comerciales, por lo que le solicitó al conductor que abriera el paquete”.