Ayer por la mañana en una casa ubicada en la chacra 74 de Posadas, sobre la avenida Bustamante 3824 entre Tomás Guido y San Martín, Carlos Nuñez junto a Hugo Batista y Adrián Britez se encontraban en plena preparación del yopará comunitario, que comenzó a servirse a partir de las 11.
“Hace 6 años que hacemos. Esta es la casa de mi mamá (Igna Acosta), ella falleció hace 2 años y había comenzado cocinando en una olla chica, pero después nosotros fuimos sumando ollas más grandes”, contó Carlos Nuñez a PRIMERA EDICIÓN.
Firme a la tradición, dijo que cada 1 de octubre nunca falta el yopará repleto de legumbres y muchas verduras, para garantizar “abundancia en los hogares de cada argentino”, y recibir al Karaí.
El yopará (en guaraní jopara) es un espeso caldo que debe ser preparado en una pesada y gruesa olla de hierro, a leña o carbón, para que obtenga ese sabor característico. Su nombre proviene del guaraní que significa “mezclar”, realizado a base de locro y poroto, acompañado de verduras y el infaltable queso.
En los últimos tiempos, el plato típico se ha ido modificando en cuanto a la preparación y la forma de comer, agregando ingredientes o realizando derivados como lo son jopara so’o (de carne) y jopara kumanda (poroto).
En este contexto, Carlos Nuñez comentó que si bien cada preparación puede variar, en esta ocasión lo hicieron con legumbres como poroto y locro, verduras y sin carne.
“La historia del yopará viene de los colonos, quienes cuando veían que venía mal el tiempo, juntaban todas las legumbres y las verduras, y las entreveraban todo”, detalló.
Y precisó que en total prepararon 300 litros del alimento, en tres ollas de 100 litros cada una.
Cabe mencionar que en algunas casas de comida del centro de Posadas se vendía la porción a $1.500.
Esta leyenda surge de la región guaraní, tiene su centro en Paraguay, pero la creencia se extendió a Misiones, Corrientes, Formosa y parte de Chaco y Santa Fe.
El Karaí Octubre es un duende maléfico que sale todos los 1 de octubre a recorrer las casas para ver quiénes tienen suficiente comida. Es un ser mitológico que vigila si la gente sembró y trabajó durante el año y supo guardar para los meses en que no hay cosecha.
Ese día, al pasar por las casas debe comprobar que hay suficiente comida y que la convidan a sus vecinos. A quienes no cuidaron los castiga con miseria hasta fin de año y a los que tienen para convidar los premia con abundancias.
Según la tradición, octubre es el mes en que escasean los alimentos: la mandioca, el maíz y otros productos vegetales son más difíciles de conseguir en el campo.
Por eso, el día 1 se come el puchero con locro, poroto, arroz y verduras en abundancia llamado “yopará”, comida guaraní similar al locro.