Los continuos “boletazos” que se aplicaron en el transporte de pasajeros urbano y metropolitano, achicaron la duración de los escasos $600 para pagar con la SUBE Misionera del Grupo Z.
Desde hace tiempo, incluso el Concejo Deliberante pidió un cambio de margen, ni el Estado ni las empresas Z actualizaron los valores y los pasajeros frecuentes se ven en la obligación de “peregrinar” para contar con el crédito suficiente.
“Hay una realidad, te lo pongo de esta forma, solamente Posadas: $600 el límite de carga para tarjetas SUBE, son cinco pasajes. O sea que vos, que trabajás o tenés otra actividad, si sos usuario de colectivo, por día gastás cuatro pasajes”, explicó Marcos Contreras, presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios “Defender”, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 7 “Somos Misiones”.
“Mañana sabés que llegás, pero después tenés que perder tiempo, dejar tus actividades y ver si encontrás algún punto de venta de saldo”, agregó el referente.
Es que el Sistema Metropolitano de Transporte, integrado por Posadas, Garupá y Candelaria, utiliza el mismo sistema de cobro (SUBE Misionera) que es administrado por Servicios Urbanos SA (SUSA) del Grupo Z que no soluciona los inconvenientes que surgen.
“En Candelaria hay dos puntos de venta. ¿Y en Garupá cuántos hay?”, se preguntó Contreras para explicar los pocos lugares donde se consigue crédito para no pagar de más el costo de los boletos.
Contreras ve que esta deficiencia del servicio es una maniobra para empujar a los usuarios hacia el uso de los sistemas de cobro por código QR.
“Sabemos por qué no se quieren resolver (los inconvenientes con la SUBE Misionera). Porque quieren volcar al usuario a que se manejen a través de billetera virtual. No pasa por el plástico, pasa por la decisión”, manifestó.
No obstante, es un sistema que ya se incorporó en unidades del Grupo Z y tampoco funcionan efectivamente. Por ello, explicó el titular de “Defender”, deben ofrecerse en situaciones equivalentes los medios universales de pago: dinero en efectivo al mismo costo, hasta tanto y en cuanto no se pueda solucionar de otra manera.
“Y la solución no es muy difícil y le cae a cualquier hijo de vecino, si no tenemos plastiquito, porque no hay chip, impriman y vendan plásticos con saldo”, expresó.
Autoridad de aplicación
Por otra parte, Contreras cuestionó, no solo al grupo empresario, sino también a las autoridades estatales que permiten que al día de hoy no se hayan actualizado los valores a la par de la suba de los boletos para viajar. “Nosotros siempre sostuvimos la misma postura: es la autoridad competente la que tiene que resolver estas cuestiones”, sentenció sobre las responsabilidades.
En ese sentido, explicó que desde la asociación que lidera, solicitaron a los gobiernos provinciales y municipales del Sistema de Transporte Integrado que los inviten a audiencias formales para acordar acciones en conjunto.
“¿Es tan difícil que se les caiga una idea a quien le pagan, al funcionario que no funciona? Para resolver, lo proponemos nosotros, buscamos soluciones para los usuarios, como esto del plástico para todo el mundo y otras cuestiones más”, enfatizó. Sin embargo, indicó que todavía no recibieron respuestas y anticipó que en los próximos días seguirán activando los mecanismos para tratar de alcanzar alguna solución.
“Démosle un margen de piedad, porque sino siempre estamos atacando. Debemos tener fe en nuestro Estado de que va a tener la apertura suficiente para escucharnos y empezar a buscar soluciones”, se esperanzó sobre la llegada de medidas concretas.
Cobros a personas con discapacidad
“En transporte también tenemos que hablar de qué pasa con los usuarios con discapacidad, con el plástico, con los requerimientos que tienen de atención, de acompañante y de otras cuestiones; de los derechos que ya tienen adquiridos a través de las leyes de CUD”, mencionó Contreras.
En referencia a ello, señaló que los municipios tienen mucha libertad para legislar sobre el sistema de emisión de pasajes para las personas con discapacidad, como una prerrogativa del municipio, cuando las leyes provinciales y nacionales plantean un esquema único.
“Cada municipio no debería tener su propia tarjeta, su propio permiso, sistema, debería ser uno para toda la provincia y que la persona con capacidad y su acompañante se suban al transporte con ese único permiso provincial”, aseveró.