POSADAS. La delegación local de la Anses, que dirige el secretario general de La Cámpora en Misiones, Ariel Morales, le negó el pedido del Fondo de Desempleo a las dos jóvenes que fueron despedidas de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo por no militar en esa agrupación kirchnerista.Las muchachas volvieron a sentir en carne propia el pecado de no comulgar con la agrupación ultra kirchnerista ya que habían sido despedidas el 29 de noviembre y el viernes pasado la Administración Nacional de Seguridad Social le comunicó que se rechazaba su pedido porque “el sistema no contempla el beneficio del Fondo de Desempleo para funcionarios públicos”.Fueron en vano los intentos de explicar que ya no eran funcionarias, debido a que habían sido echadas de su trabajo, en la Superintendencia, al parecer por pedido de los jefes de la agrupación ultra K.Celia Andrea Caballero tenía nueve años de antigüedad y además era delegada gremial, con lo cual confirma que se violaron numerosos derechos laborales. Su pequeño hijo de tres años padece autismo y ahora sin trabajo la mujer no podrá continuar llevándolo al tratamiento ni contará con obra social. Angustiada por esta situación, la mujer anticipó que en los próximos días podría encadenarse frente al organismo donde prestaba funciones si es que no la reintegran. Su abogado se encuentra tramitando las gestiones judiciales y consideró que deberían resolverse antes de fin de mes por tratarse de un “procedimiento sumarísimo”.Por otra parte, Cecilia Alejandra Heredia tenía casi cuatro años de antigüedad y estaba con licencia médica por estrés en el momento en que le comunicaron su despido. Ninguna de las dos tuvo sanciones ni problemas de ningún tipo antes del despido. Incluso estaban a cargo de la chequera y la cuenta en el Banco Nación con un fondo permanente de 10 mil pesos mensuales y tenían la responsabilidad de todas las compras de librería y otras.Según contaron a PRIMERA EDICIÓN, los problemas comenzaron en abril, cuando Caballero es designada para controlar la asistencia de los empleados de la Superintendencia. Una de las empleadas, Natalia Belén Klekailo, con frecuencia llegaba varias horas tarde o no iba a su trabajo, por lo cual Caballero informó a sus superiores y esta situación derivó en sanciones para Klekailo, quien se escudó varias veces diciendo que “Máximo me protege” y contándole a todos que ella es la esposa de Ariel Morales, jefe de la Anses y jefe de La Cámpora Misiones.Esta situación desató una especie de “guerra” entre dos militantes de la agrupación; Klekailo y Pamela Pacheco contra Caballero y Heredia, estas últimas no militantes de la agrupación.“El hostigamiento se volvió reiterado y en forma diaria”, contaron y después de varios días de maltratos y enfrentamientos, el subgerente de Comisiones Médicas, Oscar Fontán, le comunica el despido, argumentando algo insólito: que la madre de Caballero se robó bidones de agua de veinte litros de la Superintendencia y que tanto Caballero como Heredia no cumplían con sus trabajos y se enfrentaban con los compañeros; todo esto sin derecho a defensa y basado en declaraciones de las dos militantes de La Cámpora.En la semana posterior al despido habría estado en Misiones Gustavo Cáceres, conocido como el “Misio”, oriundo de Alem, coordinador de la Mesa Federal de La Cámpora, quien habría venido a poner paños fríos al conflicto y obviamente buscar proteger a su gente. Algo que al parecer los jóvenes K no contemplan es que sus manejos arbitrarios podrían costarle al Estado y a todos los argentinos muchos millones de pesos en demandas y reclamos genuinos.





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