Según informaron desde medios nacionales, se vendrá un serio problema de oferta de los tomates frescos, que se va a notar más a medida que empiece a hacer más calor y repunte el consumo.
Sucede que esta hortaliza se ve afectada por el denominado virus rugoso del tomate (o ToBRFV, siglas de tomato brown rugose fruit virus), una enfermedad muy contagiosa que también puede atacar al pimiento.
Según un horticulor platense, se trataría del “COVID del tomate”, que afectaría el rendimiento y calidad de las frutas. Las plantas se debilitan, dan muchos kilos menos, y los tomates adquieren un aspecto feo, con manchones oscuros y cambios de textura. Que el nombre no asuste, ya que no afectaría a las personas.
Según advirtieron, el virus se propaga a través de semillas infectadas o por contacto entre plantas infectadas y sanas, y en este aspecto las personas que se encargan de las labores durante el cultivo suelen oficiar de vectores, ya que el virus puede ser transportado en las manos, la ropa, las botas o las herramientas que se utilizan para los trabajos (deshojado, poda, desbrote y otras). Por eso, el tomate destinado a consumir fresco y que exige mucho más laboreo que el industrial, está más expuesto a contagios.
Alerta nacional
Salta y Jujuy conforman una zona muy importante para la producción, pero, por fortuna, todos los monitoreos arrojaron resultados negativos. No tan afortunado fue el caso del cinturón hortícola de La Plata y en Mar del Plata, donde se detectó el virus.
A partir de esto, el SENASA declaró una Alerta Fitosanitaria en todo el Territorio Nacional, hasta el 31 de diciembre de 2024, según la Resolución N° 569/2023.
La norma, establece protocolos de manejo, impone la obligación de denunciar ante el organismo la aparición del virus en las huertas productivas, y obliga a la destrucción de los materiales de propagación, también bajo estrictos protocolos, entre otras medidas de seguridad establecidas.
$30 millones para tomar medidas
“Como es un virus que se transmite por semilla, en el laboratorio estamos ajustando el protocolo de detección del virus para tomar muestras de partidas de importación”, dice Silvana Babbitt, presidenta del Instituto Nacional del Semillas (INASE).
La entidad acaba de hacer una presentación a FONDAGRO (Fondo Cooperativo para el Desarrollo Agroempresarial) para un proyecto de 30 millones de pesos, para comprar los reactivos necesarios para salir a buscar el virus. Además, se publicaría una normativa para las plantineras hortícolas, apuntando a la trazabilidad de los materiales de propagación.
Variedades resistentes
El viernes llegaron al Mercado Central 300.000 kilos de tomates cultivados en el Centro de Validación Hortícola de San Vicente.
Se trata de un producto que califican como “premium”, debido al cuidado biosustentable del cultivo y que genera una hortaliza con sabores más intensos y más agradables a la vista.
De esta manera, buscan dar un importante paso hacia la soberanía alimentaria sustentable. Si bien, la cantidad de tomates producidos se comercializa regularmente en una semana, esperan avanzar con mayor producción.
“La idea es seguir creciendo y poder cubrir toda la demanda que tiene el Mercado Central, que hoy no llegamos a cubrir. Estamos arrancando con este proyecto que va a largo plazo y que es un modelo que se va a replicar porque tuvo muy buenos resultados”, expresó el titular del Mercado Central, Fernando Toledo a Eco&Agro.
“Es un tomate premium, que es tratado con bioinsumos y tecnología de punta, por lo que se logra una fruta muy rica y saludable, ya que no tiene glifosato, ni ningún tipo de agroquímicos”, agregó.
De esta manera, la provincia se prepara para dar respuesta ante una posible faltante de productos y que estén libres de virus.