Ayer se presentó un informe denominado “40 años de democracia: consensos y prioridades de las juventudes y la dirigencia política”. Este proyecto de investigación fue financiado en parte por la Unión Europea y desarrollado en conjunto entre el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (REDAPPE).
A través de una red federal de colaboración en las diferentes provincias, consultaron a jóvenes de entre 16 y 29 años, mediante foros virtuales, las principales preocupaciones acerca del desarrollo de políticas públicas. Entre los ejes más relevantes, señalaron la falta de equidad educativa, el acceso laboral para los jóvenes y necesidades de viviendas adecuadas. A su vez, destacaron la necesidad de tener un Estado presente y que tome decisiones, sobre todo en el contexto político actual.
Defender la democracia
Durante la presentación del proyecto, el embajador de la Unión Europea en Argentina, Amador Sánchez Rico, señaló que “muchos de los aquí presentes hemos nacido en democracia y la damos por garantizada, pero no nos damos cuenta de que debemos cuidarla y es un trabajo de todos los días”. Como ejemplo de esto, mencionó la difícil situación que se vive en pleno continente europeo, con la guerra en Ucrania y una crisis de las representaciones políticas, algo inesperado para muchos.
Sobre la Argentina, relató que “este proyecto se está llevando en un momento de cuestionamientos y donde se cumplen 40 años de democracia en este país”. En este sentido, reiteró la importancia de generar propuestas y consensos de cara a futuro, donde apelan a un diálogo intergeneracional y participativo.
En un contexto que apela al cuidado de la democracia, la participación juvenil y sus preocupaciones, definieron cinco prioridades a tenerse en cuenta en el desarrollo de políticas públicas: la justicia educativa y articulación con el mundo del trabajo; el empleo joven; una política integral de mejoramiento de viviendas; los lineamientos para un plan nacional de energía; confeccionar una estrategia de política exterior al servicio del desarrollo local y nacional.
Puntualmente en lo educativo, apuntaron a una crisis de aprendizajes y el desafío que representa la terminalidad del nivel secundaria. Esto se evidencia en que solo el 13% de los estudiantes llegan al último año de la secundaria en tiempo y forma. Preocupa además el poco desarrollo de aprendizajes satisfactorios en áreas curriculares como lengua y matemática, tal como quedó evidenciado en evaluaciones nacionales.
En este sentido, realizaron una encuesta a jóvenes de entre 16 y 29 años, donde el 63% respondió que la secundaria no responde a los intereses de los estudiantes. Asimismo, revelaron que la comunidad educativa tampoco acompaña a quienes están en riesgo de deserción escolar, ni tampoco facilita el paso hacia el mundo laboral.
Es por ello que, entre los referentes educativos que participaron de este proyecto, propusieron posibles soluciones, como la implementación de un sistema de alerta temprana para evitar llegar a un extremo y perder estudiantes. A su vez, indicaron que sería prudente incentivar una extensión de la jornada escolar para resolver los puntos más débiles de trayectos educativos. También, hablaron de generar estrategias para vincular de manera más directa la escuela secundaria con el mundo del trabajo, por ejemplo, con pasantías o capacitaciones en escuelas secundarias.
Respecto al empleo joven, preocupa al sector datos alarmantes, como los de la Encuesta Permanente de Hogares, donde hablan de una desocupación en los jóvenes que superó un 21% y se incrementa aún más entre mujeres de 18 y 24 años (22,5%). En este marco, la informalidad del empleo escaló a un 68,3%, superando en más de 30 puntos el promedio general de la población.
En materia de políticas laborales, fomentan llegar a un consenso entre el sector empresarial, los sindicatos y el Estado para el cuidado de los jóvenes. Entre las propuestas para resolver esto, apuntaron a articular los programas vigentes a nivel local y nacional, el trabajo en conjunto entre oficinas de empleos y privados, así como la capacitación en base a la demanda del mercado actual.
Una mejora en las viviendas
Para alcanzar un desarrollo en lo habitacional, resaltaron que en Argentina y de cada 3 hogares no cuentan con condiciones adecuadas de infraestructura. Sumado a esto, más de un millón de familias necesitan viviendas nuevas y alrededor de 2,6 millones no tienen las mejoras para evitar hacinamiento o precarización.
Por ello, mencionaron entre las posibles soluciones el gestionar asistencia financiera para mejorar la calidad de los hogares, contar con refacciones integrales en las casas y fomentar una integración, planificación territorial e infraestructura urbana acorde. Para ello, recomendaron hacer partícipes a las comunidades, cooperativas y organizaciones de la sociedad civil, así como establecer lazos con centros educativos y entidades públicas para el desarrollo habitacional.