El 1 de septiembre de 2022, un hombre trató de asesinar a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, cuando estaba por ingresar a su casa en el barrio porteño de Recoleta.
Utilizó una pistola marca Bersa calibre 7.65mm, que habría alcanzado a gatillar a centímetros de su cabeza sin que saliera la munición.
El ataque, sin precedentes en esta etapa de la democracia argentina, mereció el inmediato repudio de ministros, legisladores, encumbrados dirigentes políticos de la oposición y el oficialismo, sindicatos y personalidades de distintos sectores, que pidieron el esclarecimiento del caso.
El agresor, identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, quedó detenido.
El 15 de septiembre, durante un encuentro con curas villeros, de Opción por los Pobres, CFK habló por primera vez del hecho: “Yo siento que estoy viva por Dios y por la Virgen. Me pareció que si tenía que agradecerle a Dios y a la Virgen tenía que hacerlo rodeada de curas”.
Hizo mención al atentado contra Hipólito Yrigoyen, en 1929, para trazar un paralelismo : “Cualquier similitud no es coincidencia”, dijo.