Hay una persona que sigo en YouTube, Marc Vidal, que dice frases que me gustan mucho.
Una de estas es: “Juntate con gente que te hace pensar. Con ciertas inquietudes, que tiene más conocimientos que tú en ciertos temas”.
Cuando estás opositando, hay dos tipos de amigos: Los que ayudan y los que no. Seguro que sabes de lo que te estoy hablando.
Muchos estudiantes nos dicen que al empezar a estudiar perdieron algunos amigos.
Por suerte, en la mayoría de los casos se descubre que no eran muy buenos.
Son esos amigos que te dicen: “Eres muy joven para pasar tantas horas encerrado”. O quizás “eres un poco mayor para opositar, ¿no?”.
Los que quieren arrastrarte a planes con él: “Bueno, por un día que salgas no pasa nada” o “¿por qué estudiás tanto si aún te queda mucho para el examen?”.
O aquellos que conocen a alguien que aprobó el examen a la primera. O que nunca lo consiguió. O que aprobó pero que tardó “no sé cuántos años” en que le saliera la plaza.
Amigos que no entienden que ya tienes suficiente encima como para tener que dar explicaciones a cada paso que das.
Y con cada uno de sus comentarios, te vas quedando más solo.
Cuando estás opositando, necesitás rodearte de gente que te aporte una energía positiva.
Gente que entienda que tú también estás harto de quedarte en casa y perderte planes.
De los que saben que opositar es de valientes y que te animan a que sigas adelante porque estás trabajando en tu futuro. Luchando por conseguir tu sueño.
José María Bea-Escuela de la Memoria