El profesional e investigador de la Estación Experimental INTA Cerro Azul, Alberto Sosa, realizó una capacitación especial sobre manejo de suelo y nutrición vegetal en el marco de la conmemoración del Día de la Conservación del Suelo, que se celebró el último viernes 7 de julio.
En ese marco, el especialista explicó a Eco&Agro el trabajo realizado en el taller y sobre el futuro de la agricultura que se encamina hacia una producción sustentable.
“La capacitación tuvo como objetivo recopilar los ensayos realizados y las recomendaciones que surgieron de estos trabajos. La idea es llegar a un punto en la práctica de la fertilización donde todos los productores que participen tengan la información necesaria para tomar decisiones fundamentadas”, explicó Sosa.
El encuentro contó de una parte teórica, donde se presentaron los ensayos, trabajos y resultados obtenidos en los mismos y una parte práctica, donde los participantes visitaron parcelas de yerbales para observar directamente el uso de las prácticas discutidas durante la sesión teórica y entender la respuesta del cultivo ante su aplicación en el campo.
Sosa indicó que la formación de los suelos y los factores influyen en su desarrollo. “Los suelos son el resultado de la interacción de varios factores formadores, como el tipo de roca y los factores climáticos, que incluyen las precipitaciones. También, el relieve es un factor importante que determina si los suelos serán más profundos o poco profundos”, detalló.
En este sentido, el especialista destacó la existencia de dos grandes grupos de suelos en la región: los suelos rojos profundos y los suelos pardos o poco profundos.
“Los suelos rojos son físicamente buenos pero químicamente regulares debido a la pérdida de elementos nutritivos a lo largo del tiempo, lo que los convierte en suelos ácidos. En cambio, los suelos pardos son menos evolucionados y cuentan con un buen pH, aunque su limitada profundidad puede suponer un desafío para ciertos cultivos”, afirmó.
Para ilustrar la distribución de estos suelos en la región, Sosa indicó: “En la parte alta, cerca de la RN 14, se encuentran los suelos rojos, mientras que hacia los costados, en las zonas bajas y toscosas, se ubican los suelos poco profundos. A medida que nos alejamos de la RN12 y ascendemos por la ruta 7, veremos la presencia de suelos rojos en una secuencia progresiva”.
Respecto al potencial productivo de los suelos misioneros, el investigador resaltó su capacidad para producir cultivos. “Misiones presenta condiciones ecológicas favorables, como temperaturas adecuadas, humedad y precipitaciones, que permiten la producción de cultivos. Sin embargo, es fundamental implementar un manejo adecuado del suelo y utilizar prácticas sostenibles para aprovechar al máximo este potencial”.
Futuras generaciones
Sosa hizo hincapié en la importancia de trabajar en conjunto con instituciones educativas y la sociedad en general.
“Es necesario realizar mayores esfuerzos en la capacitación de establecimientos educativos relacionados con la agricultura, como las EFA, agrotécnicas, institutos y facultades de agronomía. Además, no debemos descuidar la comunicación y socialización de la información sobre los cuidados del suelo, involucrando a aquellos que toman decisiones a distintos niveles, tanto en el sector privado como público y gubernamental”, finalizó.