Luciana Barella, Defensora del Pueblo Adjunta de Oberá, en diálogo con la radio de PRIMERA EDICIÓN detalló el calvario que viven los usuarios del transporte urbano en la Capital del Monte por el mal servicio del Grupo Z.
El pasado 13 de junio, en el marco de la medida de fuerza convocada por UTA en todo el país, las empresas prestatarias del servicio de transporte público en la ciudad iniciaron el paro total. Una vez levantada la medida de fuerza, los usuarios creyeron que el servicio se restablecería, pero eso no ocurrió ya que las empresas comenzaron a funcionar con recortes de líneas y frecuencias.
“Los usuarios nos encontramos con horarios reducidos, teníamos menos del 35% de las líneas funcionando”, indicó Barella, agregando que esto significó un problema enorme para un gran número de usuarios del transporte urbano porque había barrios en los que directamente no pasó ningún colectivo. A su vez las únicas líneas que estaban en funcionamiento llevaban pasajeros “hasta el tope” y por ende pasaban de largo en muchas paradas, dejando a las personas sin poder volver a sus hogares o ir a sus áreas de trabajo.
“Todo esto sin previo aviso que es la gran problemática y sin obtener información ni respuesta de nadie. Nadie se está haciendo cargo”, lamentó y fue más allá al contar que por ejemplo reciben como respuesta un “pasa lo mismo que en la ciudad de Posadas”, una respuesta más que disparatada.
“Desde que el grupo Zbikoski entró a la ciudad de Oberá hicimos más de veinte pedidos y a partir del mes de junio hicimos cuatro solicitudes desde la Defensoría donde le pedimos a la Intendencia que mediante su poder de policía se haga cargo y rehabilite (el servicio) y que inclusive ponga las sanciones correspondientes a la empresa para volver a poner en normal funcionamiento al transporte público”.
Barella recordó que el año pasado se creó el área de Movilidad Urbana que es el nexo entre las empresas, el intendente, la Defensoría y los usuarios. Es la que debe encargarse de este tipo de problemáticas pero la realidad demuestra que eso no está sucediendo.
“Yo lo llamo al área como una pared que pusieron para no perjudicar a los funcionarios públicos. Es la pared que está recibiendo todos los golpes pero que en realidad no nos está dando las respuestas solicitadas”, relató.
Bronca que se puede resumir en un “todo mal”
Incumplimiento de horarios, reducción de frecuencias, exigencias que no se cumplen, quejas que no encuentran oídos en los funcionarios que deben responder por el mal funcionamiento del Grupo Z, hicieron que los usuarios “ vayan cargándose de bronca e impotencia” y comiencen a revelarse y a exigir un servicio de transporte urbano como se merecen. Así lo hicieron en el día de ayer por ejemplo cuando se unieron para manifestar su bronca y reclamos en pleno centro de la ciudad.
“La verdad, como funcionaria y como obereña espero de verdad que la empresa ( Grupo Z) se vaya. Estamos muy disconformes”
Para colmo, el 24 de julio a las 9 de la mañana en el Concejo Deliberante se realizará la audiencia pública para tratar la suba del boleto urbano.
La funcionaria dijo que no hay que negar que la escalada inflacionaria provoca en el sector del transporte aumentos de los insumos, pero que “es un disparate” que el Grupo Z quiera pedir un aumento del boleto cuando la realidad demuestra que presta un servicio deficiente.
“Pretender un aumento en este momento donde hace un año y una semana exactamente que está la empresa en esta ciudad y donde no han cumplido jamás las mínimas exigencias que se le pedía y sin tener sanción alguna, siento que es una tomada de pelo”, dijo tajante reiterando que el servicio que presta el Grupo Z es muy precario.