En silencio y con el trabajo de todo un equipo de profesionales que la acompañan, la doctora en Ciencias Biológicas, María Paula Cruz, lleva adelante estudios que permiten conocer valiosos datos relacionados con el ocelote, un felino que habita en el norte de Misiones y que se encuentra en la categoría de vulnerable.
Es una especie muy sensible al impacto humano, a los desmontes y atropellamientos, entre otros factores, que obligan a poner el acento en la protección y cuidado de la misma sin aguardar a que llegue a ser considerada “en peligro de extinción”.
María Paula Cruz es también investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, explicó cómo surgió la idea de investigar qué población de ocelotes existe en el norte misionero y dijo que “fue a raíz de la desinformación que hay sobre estos felinos y aprovechando los datos que ya fuimos recabando al estudiar la población de yaguaretés con cámaras-trampa, las que nos brindan fotos de un montón de especies que están en el monte. Así aprovechamos los datos, las fotos de los ocelotes y surge el interés, está la posibilidad de hacer el estudio porque es un felino de los más abundantes que tenemos en Misiones pero al mismo tiempo está bastante amenazado y es muy sensible. Es importante estudiar qué está pasando con él”.
¿Qué número de ejemplares hay en la actualidad en Misiones?
Yo lo que hice fue centrar en un primer momento la investigación en dos áreas que están bastante protegidas, el Parque Nacional Iguazú y la Reserva Forestal San Jorge, que es el lindante, al primero. Entonces, lo que hice ahí fue identificar a todos los individuos que registramos mediante las cámaras trampa y estimar la densidad de esa área, entonces para esa área específicamente hay entre 140 y 180 individuos más o menos.
¿Y la cifra tiene una comparación, una cifra anterior en la cual ver si se mantiene, si bajó, si subió la población?
Lo que yo hice fue agarrar todos los monitoreos que venimos haciendo con el Proyecto Yaguareté que empezaron en el 2003-2004 y los repetimos cada dos años sistemáticamente. Entonces, esa densidad yo la estimé para cada uno de los años y la buena noticia es que la población de los ocelotes se mantiene estable a lo largo de todo este tiempo en ese núcleo.
¿Y qué tan vulnerables son? Hablando del hábitat, de las consecuencias, porque en muchos casos cruzan la ruta, la caza ilegal que existe…
Son muy afectados por la pérdida de hábitat, del bosque, del monte… es una de las especies más sensibles al impacto humano, a las modificaciones que hacemos en el paisaje. También son muy atropellados, lamentablemente, muy perseguidos por los perros, todo lo que tenga que ver con modificaciones en el paisaje y con actividades humanas los vuelven bastante vulnerables.
Entonces, decimos que es una especie muy sensible al impacto humano. ¿Es considerada al igual que el yaguareté en peligro de extinción?
Tiene una categoría menor de amenaza que el yaguareté, la categoría es vulnerable, pero sí está dentro de las categorías de mayores amenazas. Cuando se clasifica, en general la fauna, la flora, en esas categorías de amenaza, el ocelote está vulnerable, es una de las mayores categorías de amenaza, no tanto como el yaguareté pero sí está vulnerable.
Además de Misiones, ¿cuál es la zona en que habita el ocelote?
Está en casi todo el norte de Argentina. Si hablamos propiamente de nuestro país lo encontramos en las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa, habita también en la selva de yungas, en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y hace muy poquito hubo un registro en Santa Fe, donde no había datos de la especie y hay un grupo que lo está estudiando y venía hace mucho tiempo encontrando huellas pero no lo habían registrado con cámaras trampa y hace muy poquito lo pudieron registrar.
¿Se puede ampliar esta búsqueda o esta contabilización de cantidad de ocelotes al resto de la provincia?
Lo que nosotros hacemos son estimaciones de algunos sitios y después sí intentar extrapolar ese dato a toda la provincia. Lo que pasa es que cada zona de la provincia tiene sus características distintas. Entonces, parte del trabajo que sigue es estudiar qué pasa con estas poblaciones de ocelote en ambientes más fragmentados. Y una vez que tengamos esos datos, podríamos extrapolar entonces a distintas situaciones que tenemos en la provincia, sitios más conservados, de áreas protegidas y sitios más fragmentados.
En el caso del equipo, ¿cómo se logra financiar, hacer este importante trabajo que hacen en nuestra selva?
La financiación es algo que nos cuesta un poco conseguir, pero es parte de nuestro trabajo también. Contamos con distintas fuentes de financiamiento y como este trabajo se viene haciendo hace 20 años, han pasado muchas fuentes de financiamiento.
Por un lado, la Fundación Vida Silvestre y EEFF son unas de las principales fuentes de financiamiento. Y después, CONICET es quien paga nuestros salarios y también contamos con financiamiento de ellos y va variando a lo largo del tiempo.