Un familiar de Pablo David Fonseca (27), quien fue asesinado hace casi una semana en Buenos Aires, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que “la víctima tenía todo listo para regresar a Misiones, y hasta ahora nadie sabe lo que ocurrió y en su entorno dicen no saber nada”.
Por estas horas los padres del joven ya se encontraban de regreso en Puerto Iguazú, de donde era oriundo Fonseca. Ambos estuvieron presentes el pasado lunes a la noche en el velorio de su hijo y posterior inhumación, que se concretó ayer a la mañana en un cementerio de la localidad de San Justo.
El pariente, que prefirió no develar su identidad, dijo a este Diario que “aún nadie tiene datos certeros de qué pudo haber pasado para que sucediera lo que sucedió. Es más, en el entorno de Pablo dicen no saber nada, ni su actual pareja ni sus compañeros del barrio y del trabajo que acudieron a la ceremonia fúnebre”.
Pablo Fonseca murió el pasado jueves a la noche tras recibir doce disparos en distintas partes del cuerpo. Tenía un hijo de tres años y trabajaba en una empresa de seguridad privada.
Por una orden de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza su familia no pudo traer sus restos a su ciudad natal, por lo que tuvieron que darle el último adiós en suelo bonaerense. Debido a que la víctima tenía 14 mil pesos encima, la policía descartó el robo como móvil del crimen y la principal hipótesis en torno al hecho es un posible ajuste de cuentas.
Su cuerpo fue hallado el jueves último cerca del arroyo “Don Mario”, cercano al Riachuelo, en el barrio Luján de la localidad de Laferrere. El joven presentaba dos impactos de arma de fuego en la clavícula, otro en el estómago, tres en el cuello, uno en la mano izquierda, otro en el hemitórax derecho, dos en el rostro y también dos en el brazo derecho.
En la escena secuestraron numerosas vainas servidas calibres 11.25 y nueve milímetros. Sus familiares también confirmaron que Pablo había ahorrado para un emprendimiento comercial en Misiones. Tal como se publicó en exclusiva, la noche del jueves la víctima salió a hacer unas compras y no regresó. Horas más tarde pobladores de la zona hallaron el cuerpo y avisaron a la policía.
Un hecho llamativo y no menor, es que durante el velatorio familiares de Fonseca notaron signos de tortura, por lo que no se descarta que antes de ser acribillado él o los autores del hecho lo sometieron a todo tipo de tormentos. Hasta ayer no había detenidos.