Con una buena convocatoria, se realizó la Segunda MotoJuntada que tuvo como objetivo principal reunir alimentos no perecederos para el comedor y merendero Santa Inés, ubicado en el barrio Las Calandrias, municipio de Garupá, al cual asisten principalmente niños de toda esa zona.
Ramón “Vikingo” Olivera, uno de los organizadores de la actividad y referente de Moteros Solidarios Misioneros, señaló a este medio que “a pesar de la lluvia del sábado, que nos jugó un poquito en contra, el balance que realizamos es que estuvo más que bien por la respuesta que obtuvimos”.
Detalló que “fueron dos días en los cuales ingresaron 125 visitantes que llegaron desde diferentes puntos y aprovechando el feriado extralargo, además de los 39 integrantes de nuestro grupo.
En relación a la cantidad de máquinas, fueron unas 110 motos aproximadamente, de distintas cilindradas, marcas y estilos, las que le dieron vida a esta juntada”.
La Segunda MotoJuntada tuvo lugar en el exsalón del Instituto de Enseñanza Agropecuaria (IEA) Nº7 y “Vikingo” Olivera dijo que “con respecto a las mercaderías, también nos dejó contentos porque conseguimos reunir una cantidad importante, para dimensionar, una camioneta completa con alimentos no perecederos”.
En el mismo sentido, apuntó que “en efectivo logramos reunir en concepto de entradas que cobramos, fueron 64.400 pesos con los cuales se adquirió carne para llevar al comedor. Se entregaron las mercaderías el sábado en el comedor y a las 16 les servimos un chocolate con facturas a los chicos”.
El balance “fue más que productivo. Agradeciendo en este caso a PRIMERA EDICIÓN por difundir esto que lo hacemos a pulmón y también de corazón a los motociclistas que vinieron nuevamente a apoyar este segundo evento solidario”, destacó.
Satisfacción
El motociclista solidario remarcó que “en lo personal es una satisfacción muy grande vivir este tipo de experiencias, donde se te hace un nudo en la garganta y se te llenan de lágrimas los ojos cuando ves a los chicos con toda esa emoción al brindarles esto que es poco… la verdad que te hace reflexionar en qué situación estamos porque tenemos un país tan rico y ver la realidad, lo que pasa en muchos lugares, estos pequeños con tantas necesidades pero hay que seguir adelante para poder aportar al menos un granito de arena y sacarles una sonrisa, brindarles un momento feliz a ellos”.
Agregó Olivera que “tanto los motociclistas como las familias que estaban allí sienten una emoción extrema. Los chicos del comedor, cuando llegamos con las motos en caravana empezaron a aplaudir, las señoras también y a mis colegas se les caían las lágrimas. Nos enorgullece conformar esta pequeña agrupación de moteros solidarios y poder brindar esta ayuda”.
Al término de las actividades, Olivera invitó a todos los motociclistas participantes a sumarse “el 23 y 24 de junio a la tercera MotoJuntada Solidaria que tendrá como sede Leandro N. Alem. Allí los esperamos para seguir ayudando a los merenderos, comedores y a quienes lo necesiten, que es el espíritu que nos moviliza”.
Aquellas personas que quieran obtener mayor información sobre el evento o colaborar, “podrán contactarse directamente con mi celular 3764-138009 o a través de Facebook, donde estamos como Moteros Solidarios Misioneros”, señaló.