PUERTO IGUAZÚ. La familia Quevedo sigue luchando por la vida de una de sus hijas, Bella, de un año y ocho meses, quien tiene una enfermedad congénita llamada osteoporosis y necesita de forma urgente un trasplante de médula ósea para poder continuar con su vida.La familia Quevedo, conformada por José y Liliana Paredes, viene soportando un dolor enorme, ya que la hermanita de Bella, Jimena, también tenía la misma patología y falleció a los tres meses, el pasado 28 de noviembre, luego de que se agravara un cuadro de neumonía.La familia Quevedo vive en el humilde barrio Primero de Mayo, donde la energía eléctrica y el agua escasean y está a casi una hora de distancia del hospital Marta Schwarz. Y a pesar de las múltiples promesas del Gobierno y alguna que otra donación, las necesidades son incontables pero la ayuda es poca. Bella necesita minuciosos cuidados ya que su enfermedad así lo requiere. La osteoporosis es una rara enfermedad congénita en la que los huesos son demasiado densos. Esto ocurre como resultado de un desequilibrio entre la formación de hueso y la descomposición del hueso, que según el grado de severidad los síntomas pueden incluir fracturas, infecciones frecuentes, ceguera, sordera y roturas.Luego de la muerte de Jimena, desde el municipio terminaron de techar la casa de madera que ya estaban construyendo, además una concejal le acercó mercadería, pero ahí terminó la ayuda gubernamental.El padre de la nena, José Quevedo, salió a pedir ayuda debido a su situación económica, ya que trabaja medio tiempo debido a que su hija requiere de toda la atención de su mamá Liliana y la suya. Jimena no puede movilizarse por sí sola, por la inestabilidad de su salud y las consecuencias que conlleva.PRIMERA EDICIÓN visitó el hogar de los Quevedo y dialogó con ambos. José comentó que siguen en la misma situación que hace unos meses, ya que “vivimos un poco de mi trabajo, de lo poco que puedo hacer, y de lo que nos donó mi familia porque no la puedo dejar mucho tiempo a mi hija, entonces mis hermanos se unieron y pusieron algo para mí”.Solidaridad familiarLos hermanos de José, que viven en la vecina localidad de Andresito, lo ayudaron a montar un pequeño quisco para que puedan tener un ingreso más en su hogar. Los vecinos son solidarios con ellos, sin embargo, poco pueden hacer ya que todos se encuentran en la misma situación de precariedad.Lo más importante para José y Liliana es la salud de Bella, ésta requiere de urgencia un trasplante de médula ósea, lo cual se gestionó desde el hospital mediante una pediatra local, pero no hubo novedades al respecto.Liliana contó que “el domingo pasado la llevamos mal, tenía 36 grados de fiebre, le aplicaron una inyección, remedios, jarabes y se mejoró” y acerca del trasplante añadió que “no nos llamaron más ni nos volvieron a hablar de eso”. Bella “un día está bien y al otro ya está mal, no puede estar tranquila, siempre está inquieta”, aseguraron.Mientras espera el trasplante, ya que sin ello sus probabilidades de vida son muy remotas, necesitan ayuda para mejorar la calidad de vida de la niña, que ya casi no tiene visión, no se moviliza sola y puede contraer otras enfermedades que empeorarían aún más su situación.Los padres contaron que “la Municipalidad nos terminó la casa pero no quedó bien, la ventana está a descuadra, el piso también. La asistente social me dijo que ponga diario para que no entre tanto viento para la nena”.Hace poco les donaron un cochecito y así la niña puede estar más cómoda y los padres también ya que todo el tiempo tenían que cargarla. Afirmaron que “necesitamos una pieza para ella, de material bien hechita, con un baño. Nosotros nos arreglamos pero ella tiene que estar más cuidada”.





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