POSADAS. La inflación se consume cada día que pasa unos centavos más del poder de compra del peso argentino. Desde 2006 a la fecha el billete de 100 pesos perdió casi el 70% de su valor si se compara lo que se podía adquirir en aquel tiempo y lo que se obtiene hoy en un supermercado. Según publicó la consultora Abeceb, en una investigación realizada sobre la pérdida de poder adquisitivo, hace seis años hacían falta 31,50 pesos para comprar lo que hoy se lleva por 100. En aquel entonces, si uno gastaba uno de los billetes morados en el supermercado se llenaban varias bolsas y había que hacer un esfuerzo importante para cargar la mercadería hasta el auto, la parada de colectivos o la casa. Hoy en día, de acuerdo a un relevamiento de PRIMERA EDICIÓN, con 100 pesos se puede llevar del almacén, por ejemplo, un kilo de carne, un kilo de yerba, un kilo de pan, dos leches, media docena de huevos, un kilo de futas y un kilo de papas y algunas verduras de hoja. De acuerdo al lugar y la época, en alguna ocasión se puede adquirir un poco más, en otra, un poco menos.Un cena para tres personas, pidiendo el menú del día con una botella de bebida cuesta aproximadamente entre 100 y 120 pesos en la mayoría de los lugares. En una parrilla el valor se duplica.El costo del colectivo en ese mismo período en Posadas subió de 0,70 peso a 2,50 y en breve podría ir a los 3. Ni hablar de comprar ropa, casi ya no se encuentran prendas por ese valor, cuando en 2006 se podían comprar dos y hasta tres en alguna “oferta”. Según la consultora Abeceb, hace dos décadas, cuando se emitieron los primeros ejemplares, con un billete de 100 o su equivalente en dólares debido a la convertibilidad, los argentinos podían comprar veinte kilos de asado o cien litros de leche en sachet, por ejemplo. Y con un poco más, hasta un pequeño electrodoméstico. Por entonces, el sueldo promedio de un empleado asalariado rondaba entre 350 y 500 pesos. Sin embargo, la gran caída del valor del billete se intensificó a partir de enero de 2006, con la aceleración del ritmo inflacionario. Desde entonces, según el Indec, la inflación acumulada hasta ahora fue del 64% . Pero las provincias registraron una suba de precios de 210% en ese lapso. Así, la estampida de precios obligó al Banco Central a emitir más billetes. Según datos oficiales del Central, de todos los billetes circulantes hoy el 54% son de 100 pesos, mientras que en 2003 era solo el 28% y en épocas de la convertibilidad sumaban apenas el 20%.Otro dato ilustra la proliferación del rostro de Roca en el dinero. Hasta hace una década, uno de cada cuatro billetes de los que había en los cajeros automáticos era de 100 pesos. Hoy tres de cada cuatro corresponden a esa denominación.Según los economistas la gran cantidad de billetes de 100 pesos genera problemas en los cajeros, falta de cambio y además una mayor erogación por el hecho de tener que emitir más cantidad de billetes. Días atrás, este diario publicó que hay preocupación entre los bancarios porque durante las fiestas podrían faltar billetes en los cajeros. Justo por ello se aumentó en muchos bancos el límite de extracción llevándolo a 2.500 o 3.000 pesos en algunos casos. Los bienes cuestan cada vez más y se necesitan cada vez más billetes para comprarlos. A la par, los salarios vienen creciendo en promedio 20-25% por año; lo cual también dispara la necesidad de imprimir los morados.La situación, imposible de disimular, llevó a los sectores de la oposición a reinstalar un tema del cual se viene hablando hace meses pero al que la presidenta Cristina Fernández se resiste: lanzar una seria de billetes de 200 pesos y, tal vez, una de 500.Lo cierto es que al menor valor del billete morado, que se evapora de los bolsillos con velocidad asombrosa, se suma que está sometido a un mayor desgaste por el continuo cambio de mano. Sin embargo, desde el Gobierno, por el momento no piensan cambiar la denominación.





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