Un integrante de la actual subcomisión de Tigre de Santo Pipó presentó una denuncia penal en el Juzgado de Jardín América para que se investigue un listado de subsidios que salieron del municipio en los años 2020, 2021 y 2022 y que nunca llegaron a esa institución. Se presume que serían unos $400 mil.
La presentación fue realizada por el preparador físico de la institución, Leandro Ariel Cardozo, quien integra un conjunto de unas 30 personas que llevan adelante los preparativos en la Dirección de Personería Jurídica para la Asamblea que determinará una nueva Comisión Directiva, en reemplazo del fallecido Otto Pigerl, legendario entrenador y dirigente de la entidad. Desde su deceso el club quedó acéfalo y están gestionando la nueva conducción.
Cardozo acudió a la Justicia luego de solicitar a las autoridades actuales del Municipio toda la documentación municipal de los últimos años donde se acreditó que hubo entregas de dinero que alguien cobró pero nunca llegaron a la subcomisión que administra el club.
“Nosotros nunca recibimos un solo peso. Solicitamos pero no nos dieron. Venimos trabajando a pulmón desde antes de la pandemia para obtener recursos para los viajes de los jugadores, para los gastos de la liga, hicimos rifas, empanadas, locros. Nunca imaginamos que alguien sacaba dinero de la Municipalidad a nuestro nombre”, declaró el denunciante a PRIMERA EDICIÓN.
Entre la documentación que elevó al Juzgado como prueba figuran ordenanzas del Concejo Deliberante, órdenes de pago firmadas por la exintendenta Mabel Cáceres y recibos con la firma de la persona que supuestamente recibió el dinero.
“Aparece la firma de una abogada que trabaja con nosotros en la subcomisión, que se llama Cristina Cuchak, creemos que le falsificaron la firma porque ella nunca recibió ese dinero”, dijo Cardozo.
PRIMERA EDICIÓN se comunicó con Cuchak, quien aseguró que “me voy a presentar el viernes al Juzgado de Jardín América a desconocer esa firma porque nunca recibí nada”.
La mujer aclaró: “La información que tengo es potencial porque no fui al Juzgado. Pero hay fotos de los recibos donde aparece mi firma falsificada y un sello que también es falso”.
Cuchak también forma parte del grupo que trabaja por la continuidad del club y hace algunos años fue la firmante de una nota enviada al Municipio solicitando ayuda económica: “Creo que alguien copió y falsificó mi firma de un pedido que hicimos, se me ocurre que pudo haber pasado eso pero no tengo certeza”, explicó.
En el pueblo de Santo Pipó creen que la misma maniobra se pudo haber realizado con el club Sporting, al que también le habrían otorgado subsidios millonarios, pero en este caso no hay denuncia porque los principales dirigentes del club son parte de la gestión que encabezó Mabel Cáceres y ahora son candidatos a concejales en su misma lista.
Interna renovadora
Mabel Cáceres fue 18 años intendenta de Santo Pipó, desde 2005 hasta 2021, cuando dejó el mandato para asumir como diputada provincial de la renovación. Entregó el mando a Luis Burscheid, quien era su presidente del Concejo Deliberante pero el hombre renunció en junio de 2022 argumentando que “no me dejaron gestionar”.
No acusó a nadie pero trascendió que José Acuña, secretario de Gobierno y esposo de Mabel Cáceres, era quien tomaba todas las decisiones y Burscheid “ni siquiera tenía oficina siendo intendente”.
En su reemplazo asumió Claudia Acuña, quien sufrió el mismo hostigamiento desde el entorno de Cáceres pero decidió romper las relaciones, remover a los funcionarios que no le respondían y comenzar una gestión sin las intromisiones de la diputada.
El 7 de mayo se enfrentarán en las urnas, Acuña buscando su primera elección por los votos y Cáceres pretendiendo volver con una candidatura testimonial, ya que sigue siendo diputada y el que asumiría como intendente sería su esposo, que es primer candidato a concejal de su lista.