La principal herramienta para lograr que tus finanzas estén sanas es elaborar un presupuesto, en el artículo anterior analizamos la determinación de ingresos, hoy comenzaremos con el análisis de los egresos. Gastos, dar, ahorrar e invertir. En primer lugar, los egresos que refieren a los gastos.
La clasificación permite identificar y priorizar los gastos y asegurarse de que se están utilizando los recursos de manera efectiva y eficiente. Aquí hay algunas categorías comunes de gastos que se utilizan en la clasificación:
Gastos fijos: estos son los que se mantienen constantes independientemente de los ingresos, como la hipoteca o el alquiler, los servicios públicos, el seguro y el pago de las deudas así sea en su pago mínimo cada una.
Gastos variables: estos son gastos que varían con los ingresos, como la comida, la gasolina y los gastos de entretenimiento.
Gastos discrecionales: son opcionales que pueden ser reducidos o eliminados si es necesario como los viajes, los regalos y la ropa.
Una vez que se han identificado las categorías de gastos se deben asignar porcentajes a cada una. Estos porcentajes deben reflejar las prioridades financieras de cada persona, algunas recomendaciones pueden ser:
Los gastos fijos, como la hipoteca o el alquiler, los servicios públicos y el seguro deben ser una prioridad en la asignación de porcentajes. Se recomienda asignar entre el 50% y el 60% de los ingresos totales a los gastos fijos.
Por otro lado en cuanto a los egresos referidos a ahorro, es importante asegurarse de que se está ahorrando para los objetivos financieros a largo plazo. Se recomienda asignar al menos el 10% a 15% de los ingresos totales a los ahorros.
Es importante asignar un porcentaje significativo para reducir la carga de la deuda a largo plazo. Se recomienda asignar entre el 10% y el 15% de los ingresos totales a la reprogramación de las deudas.
Los gastos variables como la comida, la gasolina y los gastos de entretenimiento deben ser una prioridad después de los gastos fijos, los ahorros y la reprogramación de las deudas.
Se recomienda asignar entre el 10% y el 15% de los ingresos totales a los gastos variables. Dar merece un capítulo aparte porque es la llave de la prosperidad. Los gastos discrecionales como los viajes, los regalos y la ropa, deben ser los últimos en la lista de prioridades en la asignación de porcentajes. Se recomienda asignar entre el 5% y el 10% de los ingresos totales a los gastos discrecionales.
Es importante tener en cuenta que estas son solo recomendaciones y que la asignación de porcentajes debe ser personalizada y adaptarse a las necesidades individuales.
Depende de tu escala de valores y objetivos de vida.