“Ellos son lo primero para nosotros, sin ellos no somos nada. Si el camión se mueve, se mueve el país. Como reconstructores de neumáticos, como gomeros, es triste salir a la ruta y verla vacía de camiones, es un dolor terrible. Lo más lindo es ver el movimiento, que se gasten cubiertas”, manifestaron desde “Gran Gomería Ruta 12”, en ocasión de celebrarse el Día del Camionero.
Edmundo Filich, fundador de la empresa, y su hija Patricia, que siguió sus pasos desde los 17, agregaron que “estamos para y por ellos, para servirles, para hacer el mejor trabajo posible, para que circulen seguros en la ruta, que no tengan inconvenientes, que salgan y regresen tranquilos a su hogar”.
Aseguraron, además, que en estos años de trabajo “nuestro mayor orgullo es nuestro personal, que tanto sabe, que participó de cursos en el exterior, y los numerosos clientes, muchos de ellos, desde hace 40 años”, que llegan de todo Misiones, Corrientes, Chaco, y los más lejanos, desde Santa Fe, Buenos Aires, Salta, La Rioja.
Don Edmundo sostuvo que en una gomería tiene que haber muy buena mano de obra. “Acá nada es improvisado. Para reconstruir un neumático que anda a tanta velocidad, hay que estar preparado. Es una responsabilidad tremenda. Por eso me siento orgulloso de tantos años de permanencia y por seguir teniendo tantos clientes. Sabemos que es por la calidad del trabajo”, dijo.
Agregó que “nos abocamos a esto y buscamos incorporar la última tecnología, las máquinas más modernas, como la anilladora (foto), única para Misiones, Corrientes y Chaco. Con ella, colocamos los anillos, que no tienen corte y quedan perfectos. Es comparable con una cubierta nueva y la durabilidad es óptima. La banda está hecha para acomodarse sobre el casco. Esto dura mucho más que la banda plana. Si no tenemos esta máquina no podemos hacer este trabajo. Eso es el recapado, es el orgullo nuestro, la niña mimada, es parte de nuestro éxito”. Sólo 12 empresas del país cuentan con este equipamiento de origen italiano.
Celebró que “contamos con el apoyo de una empresa de Rosario, Santa Fe, que, cuando sale algo nuevo, nos mantiene al tanto, viene a controlar el taller y a calificarlo. No es que hacemos las cosas como queremos. Tenemos el respaldo de una empresa italiano/argentina que está unida en este sistema”.
Patricia, que aprendió mucho de su tío Alfonso, adelantó la próxima mudanza a un nuevo y amplio local de Garupá donde su esposo Walter Dossetto juega un papel preponderante en la ejecución del proyecto. “En ese espacio tendremos más comodidad para los choferes de camiones, por quienes seguimos estando hace tantos años”.