Desde el Equipo Misiones de Pastoral Aborigen compartieron el conflicto vivido por la comunidad mbya Yvy Porá, en San Vicente, donde reclaman áreas privadas consideradas como “territorio ancestral” para los pueblos originarios. El problema surgió cuando se presentaron en el campe los supuestos herederos del propietario de las hectáreas en cuestión. Integrantes de EMiPA aseguraron a través de un comunicado que fueron amenazados de muerte y violentados por acompañar el reclamo de esta comunidad.
Ante los hechos ocurridos días atrás, notificaron a la Policía de lo sucedido y los agentes se presentaron en el lugar para dialogar con las familias que habitaban en carpas y casas precarias. Otros pueblos se sumaron para acompañar el reclamo por utilización de territorios, los cuales aseguran “históricamente pertenecen a las comunidades originarias”. Sin embargo, los propietarios legales resisten a entregar este espacio a las familias mbya guaraní que avanzaron recientemente en estos terrenos.
Entre los pueblos que acompañan el reclamo por la utilización de este espacio, que consideran ancestral, Andrés Benítez de la comunidad Pindo Poty contó a PRIMERA EDICIÓN que en el momento del conflicto “un propietario llegó a la comunidad y simplemente comenzó a tomar las cosas”.
Relató que “no hubo daños” y que “se trata de un propietario que vino de Buenos Aires, pero no sabemos quién es”. Hasta donde conocen quienes se mantienen en el área, “el dueño falleció hace 8 años y entre hijos se repartieron la propiedad”.
Aclaró que si bien la comunidad tiene varios años, “nosotros como pueblo recién estábamos entrando en ese lugar”. Remarcó que “estamos recuperando un territorio que es nuestro. Hace mucho tiempo había varias comunidades en esa zona, mucho antes de que esté San Vicente”.
Explicó que el objetivo “es no retroceder y existe una denuncia hecha por este caso”. Amparándose en la Ley 26.160 y la 23.302/85, señaló que “se puede ocupar la tierra tradicional”. Desde la comunidad señalan que solían habitar en estos territorios y esto les da lugar un respaldo al reclamo registrado en San Vicente. Sin embargo, los propietarios legales pidieron que se regularice la situación y abandonen este lugar.
Asimismo, Andrés contó que en esa comunidad “son cinco familias, con niños y adultos”. Explicó que en solidaridad con los pueblos originarios de Misiones “no vamos a abandonar el reclamo” y en apoyo a esta situación “llegaron de otras comunidades y también están desde EMiPA”.
Hasta ahora “tampoco tenemos contacto con quienes son los propietarios”, agregó el integrante de la comunidad Pindo Poty.