Se trata de una problemática que desde hace varios años afecta a las instalaciones de la Escuela de Comercio de Oberá. Y es que cada vez que llueve, el agua ingresa por el techo a las aulas, y de esta manera termina por arruinar elementos y estructuras internas.
De hecho, previamente han tenido que mudar las pertenencias de esos salones a otras aulas del edificio más antiguo para poder continuar con el dictado de las clases. Sin ir más lejos, a raíz de la tormenta de este viernes las aulas se inundaron nuevamente.
Los padres, docentes y directivos de la institución están preocupados ante la falta de soluciones y exigen respuestas certeras por parte de las autoridades.
“Estamos preocupados porque nos dijeron que ya se hicieron los reclamos pertinentes a las autoridades pero a pesar de las promesas no llega la solución y los alumnos siguen concurriendo a clases, hay mucho peligro con la electricidad en el lugar”, contó la madre de un alumno.
No solo se inundan las aulas, sino que también la sala de profesores, los pasillos e incluso los sanitarios de los varones también padecen el desgaste
Sin embargo, las refacciones que debían haber empezado hace tiempo, no avanzan, y las condiciones edilicias son cada vez peor.
En la misma escuela, funcionan tres sectores de supervisiones escolares que, por refacciones en su lugar original, hace 3 años se trasladaron a ese establecimiento para dar paso a las mejoras. Lo que ahora se reproduce en la EPCO N°1 que utilizan como sede.
Según relató una docente, “supuestamente era por un año que iban a ocupar esta escuela y ya van tres, porque tampoco allá se termina la refacción”.
Cabe mencionar que en la Escuela de Comercio funcionan tres turnos, en los que concurre una gran cantidad de alumnos. Por este motivo se torna difícil seguir dictando clases en instalaciones edilicias totalmente afectadas a causa de las inundaciones.
Fuente: Meridiano 55