Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, 15 de febrero de 1811-Asunción del Paraguay, 11 de septiembre de 1888) realizó sus primeros estudios en su provincia natal y en la de San Luis, bajo la dirección de los presbíteros José de Oro y Juan Pascual Albarracín, con los que tenía parentesco.
Las guerras civiles, sus ideas liberales y sus enfrentamientos con los caudillos federales (Juan Manuel de Rosas, Facundo Quiroga, etc.) lo obligaron a emigrar a Chile, en donde trabajó como maestro, minero y empleado de comercio.
El asesinato de Quiroga y la política del gobernador de San Juan, el general Nazario Benavídez, posibilitaron el regreso de Domingo Faustino Sarmiento a su provincia, en la que fundó una sociedad literaria, un colegio de señoritas y el periódico El Zonda.
La línea ideológica del periódico le obligó a emigrar nuevamente a Chile, donde ejerció el periodismo y cultivó la literatura. Fue redactor de “El Mercurio” y “El Heraldo Nacional”, colaboró en “El Nacional” y fundó “El Progreso”.
En 1845 su prestigio como pedagogo hizo que el presidente de Chile, Manuel Montt, le encomendase la realización de estudios sobre los sistemas educativos en Estados Unidos y Europa.
En 1851 ingresó en el ejército de Justo José de Urquiza como gacetillero. Caído Rosas, Sarmiento se enfrentó con Urquiza y tomó nuevamente el camino del destierro.
Regresó al país en 1855 y fue nombrado gobernador de San Juan, puesto desde el que impulsó la educación pública y la guerra contra los caudillos.
Desempeñó posteriormente el cargo de embajador en EEUU.
En 1868 Domingo Faustino Sarmiento fue elegido Presidente de la República (1868-1874). Impulsó el desarrollo de las obras públicas y de las ciencias, fundó el Departamento de Agricultura, el Colegio Militar y la Escuela Naval.
Durante su mandato concluyó la guerra de Paraguay, en la que murió su hijo Dominguito.
Fue designado senador por San Juan y luego director de escuelas de Buenos Aires. Retirado de la política, se trasladó a Asunción, donde falleció en 1888.